jueves, 29 de diciembre de 2011

167.- Discurso de George W. Bush La guerra global contra el terrorismo




Discurso de George W. Bush 
La guerra global contra el terrorismo


El cuadragésimo tercer presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, sera recordado por su estrategia de la guerra global contra el terrorismo en Oriente Medio. Hecho que marcara toda su política y credibilidad nacional y internacional. Este es uno de sus primeros discursos sobre el tema, pronunciado el 25 de junio de 2002, justo cuando Israel estaba atacando nuevamente a Palestina.


Durante demasiado tiempo, los habitantes de Oriente Medio han vivido entre la muerte y el temor. El odio que albergan unos pocos mantiene rehén las esperanzas de la mayoría. Las fuerzas del extremismo y el terrorismo están intentando matar el progreso y la paz asesinando a inocentes. Toda esta situación proyecta su sombra sobre toda la región.

Por el bien de la Humanidad, las cosas deben cambiar en Oriente Medio.

Es insostenible que los ciudadanos israelíes sigan viviendo en un estado de terror. Es insostenible que los palestinos sigan viviendo en la miseria y bajo la ocupación. La situación actual no ofrece perspectivas de que la vida vaya a mejorar. Los ciudadanos israelíes seguirán siendo víctimas de los terroristas e Israel seguirá ejerciendo la autodefensa, y la situación del pueblo palestino se hará cada vez más y más miserable.
Mi visión es la de dos Estados que vivan el uno junto al otro en paz y seguridad. Sencillamente, no existirá ningún modo de alcanzar la paz hasta que todas las partes implicadas combatan el terrorismo.

En un momento tan crítico como el actual, si las partes implicadas rompieran con el pasado e iniciaran un nuevo camino, podríamos vencer la oscuridad con la luz de la esperanza.

La paz requiere la presencia de un liderazgo palestino nuevo y diferente para que pueda nacer un Estado palestino.

Hago un llamamiento al pueblo palestino para que elija un nuevo liderazgo, líderes que no contemporicen con el terrorismo. Les invito a que construyan una auténtica democracia basada en la tolerancia y la libertad.

Si el pueblo palestino persigue activamente estos objetivos, EEUU y el mundo entero apoyarán de manera activa sus esfuerzos. Si el pueblo palestino cumple con estos objetivos, será capaz de llegar a un acuerdo con Israel, Egipto y Jordania sobre cuestiones de seguridad y otros acuerdos referentes a la independencia.

Cuando el pueblo palestino tenga nuevos líderes, nuevas instituciones, y nuevos acuerdos de seguridad con sus vecinos, EEUU apoyará la creación de un Estado palestino cuyas fronteras y ciertos aspectos de su soberanía serán provisionales, hasta que la cuestión se resuelva dentro del contexto de un acuerdo final para todo Oriente Medio.

Todos tenemos responsabilidades en el trabajo que queda por hacer. El pueblo palestino tiene talento y está capacitado, y confío en que podrá lograr que su nación nazca.


Mediante el terrorismo nunca se creará un Estado palestino. Sólo se hará mediante la reforma. Una reforma debe consistir en algo más que en un cambio cosmético o en un intento velado de preservar el status quo. Una reforma auténtica precisa de nuevas instituciones políticas y económicas basadas en la democracia, la economía de mercado, y la acción contra el terrorismo.

Hoy, el Consejo Legislativo palestino no tiene autoridad, y el poder se concentra en manos de unos pocos. Un Estado palestina únicamente podrá servir a sus ciudadanos cuando exista una constitución que separe los poderes gubernamentales.

El Parlamento palestino debería estar dotado de la autoridad plena correspondiente a un cuerpo legislativo. Funcionarios y ministros del gobierno necesitan estar dotados de la autoridad y la independencia necesarias para gobernar de manera efectiva.

EEUU, junto con la Unión Europea (UE) y los Estados árabes, trabajará codo con codo con los líderes palestinos para crear un nuevo marco constitucional y una democracia que funcione para el pueblo palestino. EEUU, junto con otros miembros de la comunidad internacional, ayudará a los palestinos en la organización y las tareas de control de elecciones locales multipartidistas y libres que se celebrarán a finales de año, después de lo cual se celebrarán elecciones a nivel nacional.

Hoy, el pueblo palestino vive estancado económicamente. Un estancamiento que se ve empeorado gracias a la corrupción oficial. Un Estado palestino necesitará de una economía vibrante, donde las iniciativas honestas reciban el apoyo de un gobierno honesto.

EEUU, la comunidad internacional de donantes y el Banco Mundial están preparados para trabajar con los palestinos en un gran proyecto de reforma y desarrollo. EEUU, la UE, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional están dispuestos a vigilar el proceso de reformas de las finanzas palestinas, animando a la transparencia y a que haya una auditoria independiente. EEUU, junto con nuestros socios en el mundo desarrollado, incrementará su ayuda humanitaria para ayudar a mitigar el sufrimiento palestino.

Hoy, el pueblo palestino carece de tribunales efectivos y de los medios para defender y reivindicar sus derechos. Un Estado palestino precisará de un sistema de justicia fiable que castigue a los que atacan a los inocentes. EEUU y los miembros de la comunidad internacional están dispuestos a trabajar codo con codo con los líderes palestinos para establecer, financiar y vigilar la marcha de un ente judicial verdaderamente independiente.

Hoy, las autoridades palestinos no se oponen al terrorismo, sino que lo animan.
Esto es inaceptable. EEUU no apoyará el establecimiento de un Estado palestino hasta que sus líderes entablen una lucha decidida contra el terrorismo y desmantelen su infraestructura.

Ello precisará de un esfuerzo de supervisión externa que reconstruya y reforme los servicios de seguridad palestinos. Este sistema de seguridad deberá contar con unas líneas de autoridad y responsabilidad bien delimitadas, así como con una cadena de mando unificada.

EEUU llevará adelante esta reforma junto con los principales Estados de la región.

El mundo está dispuesto a ayudar, pero en última instancia todas estas medidas dependen del pueblo palestino y de sus líderes. Si toman parte en el proceso de reformas con energía, tendrán pronta recompensa. Si los palestinos aceptan la democracia, se enfrenta a la corrupción, y rechazan con firmeza el terrorismo, pueden contar con el apoyo de EEUU a la hora de crear un Estado palestino provisional.

Con una entrega total, este estado podría avanzar rápidamente al tiempo que llega a acuerdos con Israel, Egipto y Jordania en materias tales como la seguridad. Las fronteras finales, la capitalidad y otros aspectos relativos a la soberanía de dicho estado serán cuestiones a negociar entre las partes en un acuerdo final.

Los Estados árabes han ofrecido su ayuda en el proceso, una ayuda que es necesaria.
En el pasado, he dicho que, en la lucha contra el terrorismo, las naciones están con nosotros o contra nosotros. Para estar del lado de la paz, las naciones deben actuar. Todos y cada de los líderes comprometidos con la paz deben poner fin a la incitación a la violencia en los medios de comunicación oficiales y denunciar públicamente los atentados suicidas. Todas y cada una de las naciones comprometidas con la paz deben detener el flujo de dinero, equipos y reclutas hacia los grupos terroristas que quieren la destrucción de Israel, incluyendo a Hamas, el Yihad Islámico o Hezbollah. Todas y cada una de las naciones comprometidas con la paz deben detener los envíos de armamento iraní a estos grupos y oponerse a los regímenes que promueven el terrorismo, como Iraq.
Siria debe elegir el bando correcto en la guerra contra el terrorismo, cerrando los campamentos de entrenamiento de terroristas y expulsando de su suelo a organizaciones terroristas.

Los líderes que deseen ser incluidos en el proceso de paz deben demostrar con sus acciones un apoyo absoluto hacia la paz.

Mientras avanzamos hacia una solución pacífica, los Estados árabes tendrán que construir lazos diplomáticos y comerciales más fuertes con Israel tendentes hacia la plena normalización de las relaciones entre Israel y el mundo árabe.

Israel se juega mucho con el éxito que supondría una Palestina democrática. La ocupación permanente es una amenaza contra la identidad y la democracia israelíes. Un Estado palestino estable y en paz es necesario para que Israel tenga la seguridad que ansía.

Reto a Israel a que adopte medidas concretas para apoyar la creación de un Estado palestino viable y creíble.

A medida que avanzamos hacia una mayor seguridad, las fuerzas israelíes deben retirarse a las posiciones que mantenían antes del 20 de septiembre del 2000. Según las recomendaciones del [informe de la ] comisión Mitchell, la actividad de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados debe detenerse.

Debe permitirse que se desarrolle la economía palestina. A medida que la violencia amaina, debería reinstaurarse la libertad de movimientos, permitiendo a los palestinos inocentes recuperar un ritmo de vida y de trabajo normales. Los legisladores y funcionarios palestinos, trabajadores de organizaciones humanitarias y organizaciones internacionales, deben tener la capacidad de trabajar en la construcción de un futuro mejor. Israel debe liberar los fondos palestinos congelados y ponerlos en manos honestas y responsables.

Le he pedido al secretario de Estado Powell que trabaje intensamente con los líderes de Oriente Medio y de todo el mundo para llevar a cabo esta visión del Estado palestinos, concentrándose en un plan de gran alcance que apoye las reformas palestinas y el proceso de construcción institucional.

En última instancia, israelíes y palestinos habrán de tratar las cuestiones esenciales que les dividen, si de lo que se trata es de alcanzar una paz auténtica, para resolver todas sus reivindicaciones y poner fin al conflicto que les enfrenta.

Esto significa que la ocupación israelí que comenzó en 1967 debe llegar a su fin mediante un proceso de negociación entre las partes sobre la bases de las resoluciones 242 y 338 de NNUU, y con una retirada israelí dentro de unas fronteras seguras y reconocidas.

Debemos resolver también las cuestiones relativas a Jerusalén, la situación y el futuro de los refugiados palestinos, y un acuerdo de paz definitivo entre Israel y Líbano e Israel y Siria que apoye la paz y combata el terrorismo.

Todos los que estamos familiarizados con la historia de Oriente Medios nos damos cuenta de los numerosos obstáculos que existen en el proceso. Asesinos determinados y bien entrenados quieren detenerlo, como ya hemos visto. Ahora bien: los tratados de paz firmados con Israel por Egipto y Jordania nos recuerdan que, con un liderazgo enérgico y responsable, se puede progresar rápidamente.

A medida que surjan nuevas instituciones y nuevos líderes palestinos que demuestren estar actuando eficazmente en materia de seguridad y de reformas, espero que Israel responda y trabaje a favor de un acuerdo final.

Si todos nos esforzamos, será posible alcanzar un acuerdo en un plazo no superior a tres años. Mi país y yo ayudaremos para que se consiga este objetivo.
Puedo entender la profunda furia y angustia del pueblo israelí. Durante demasiado tiempo habéis vivido aterrorizados, en funerales, evitando los mercados y el transporte público, y os habéis visto obligados a poner policías en vuestras guarderías. La Autoridad Palestina ha rechazada la mano que le tendisteis y ha tratado con terroristas. Tenéis derecho a vivir una vida normal. Tenéis derecho a vivir con seguridad. Creo profundamente en la necesidad que tengáis un socio palestino reformado y responsable para alcanzar esa seguridad.

Puedo entender la profunda furia y desesperación del pueblo palestino. Durante décadas, habéis sido tratados como peones en el conflicto de Oriente Medios. Vuestros intereses han sido rehenes de un acuerdo de paz que nunca parece llegar, mientras vuestras vidas empeoran año tras año.

Merecéis una democracia y vivir bajo el imperio de la ley. Merecéis una sociedad abierta y una economía vibrante. Merecéis que vuestros hijos vivan con esperanza.

Puede que el fin de la ocupación y un Estado palestino democrático parezcan algo lejano, pero América y sus socios en todo el mundo estarán dispuestos a ayudar, a ayudaros a hacerlo posible tan pronto como se pueda.

Si la libertad puede florecer en el rocoso suelo de Gaza y Cisjordania, inspirará a millones de hombres y mujeres en todo el mundo que están igualmente cansados de la pobreza y la opresión y que tienen el mismo derecho a disfrutar de las ventajas de un gobierno democrático.

Tengo esperanza en los pueblos de los países musulmanes. Vuestro compromiso con la moralidad, la enseñanza y la tolerancia han producido grandes logros históricos, valores que aún perduran en el mundo islámico de hoy. Tenéis una cultura rica y compartís las aspiraciones de hombres y mujeres de todas las culturas. La prosperidad, la libertad y la dignidad no son simplemente esperanzas americanos u occidentales, sino valores universales. Aún dentro del contexto de violencia y confusión que se vive en Oriente Medio, América cree que estas esperanzas pueden transformar muchas vidas, y que pueden transformar a las naciones.

Este momento es tanto una oportunidad como una prueba para todas las partes en Oriente Medio: es una oportunidad para establecer las bases de una paz futura. Una prueba que nos demuestre quién cree verdaderamente en la paz, y quién no.

La elección es muy sencilla. La Biblia dice: “Ante vosotros he puesto la vida y la muerte; así pues, elegid la vida”. Ha llegado la hora de que todas las partes en conflicto elijan la paz, la esperanza, y la vida.

Muchas gracias.

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