Las dos caras de Bahréin
El gobierno de Bahréin continúa reprimiendo la disidencia y la defensa de los derechos humanos en el país. Un ejemplo son los continuos aplazamientos de las vistas de apelación de 13 presos de conciencia, encausados únicamente por su actividad pacífica en defensa de los derechos humanos. Todos ellos deben ser puestos en libertad, ¡Actúa!
Actualización a 31 de mayo:
El pasado 28 de mayo Abdulhadi Al-Khawaja abandonó la huelga de hambre, tras más de 110 días. Según sus propias palabras, “el objetivo era alcanzar la libertad o la muerte y su acción había tenido éxito, ya que ha servido para denunciar y arrojar luz sobre la situación de los derechos humanos en Bahréin”. Su hija, Zainab Al-Khawaja también esta encausada por su participación en diversas protestas pacíficas.
Al Khawaja y otros 12 líderes opositores continúan encarcelados por cargos relacionados con su papel en las protestas pacíficas de 2011 en las que se pedían reformas. Por ello, para que sean puestos en libertad de manera inmediata, tu firma sigue siendo necesaria: ¡Actúa!
Abdulhadi Al-Khawaja, al igual que otros 13 activistas bahreiníes, fueron detenidos entre marzo y abril de 2011. Estuvieron recluidos en régimen de incomunicación y muchos fueron torturados durante los primeros días de detención. No pudieron ver ni a sus familias ni a sus abogados hasta el día del juicio, ante un tribunal militar. El 22 de junio de 2011 fueron condenados a distintas penas de prisión. Abdulhadi fue condenado a cadena perpetua.
Abdulhadi Al-Khawaja, ex coordinador de protección de la ONG de derechos humanos irlandesa Front Line Defenders, fue detenido en abril de 2011 y acusado de ser uno de los líderes de las protestas contra el gobierno. Fue torturado mientras estaba bajo custodia y condenado a cadena perpetua por un tribunal militar en un juicio manifiestamente injusto. Ha pasado más de 110 días en huelga de hambre e incluso llegó a estar desaparecido entre el 23 y 29 de abril de 2012, días en los que ni su familia ni su abogado pudieron contactar con él. Más tarde, él mismo informó que había sido alimentado a la fuerza por medio de un tubo que iba de la nariz al estómago.
Su hija, Zainab Al-Khawaja, fue detenida el 21 de abril tras sentarse en una carretera próxima al Puerto Financiero de la capital, Manama, para protestar por el hecho de que su padre continúe detenido y por la situación en general de los derechos humanos en Bahréin. Ha sido acusada formalmente de interrumpir el tráfico e insultar a un agente. Actualmente está en libertad bajo fianza, si bien debe presentarse ante el tribunal durante el mes de junio por varias causas.
Abdulhadi Al-Khawaja y los otros 13 activistas son considerados presos de conciencia por Amnistía Internacional, ya que fueron encarcelados exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y reunión, y no han propugnado el uso de la violencia.
El 14 de febrero de 2011, la sociedad civil de Bahréin salió a la calle para exigir más derechos. En los meses posteriores, el país se vio sumido en una crisis de derechos humanos que aún hoy persiste: uso desproporcionado de la fuerza, detenciones masivas, torturas, decenas de personas muertas y cientos de heridos son parte del día a día en el país. Sin embargo, estos días el mundo contempla un Bahréin moderno que organiza carreras de Fórmula 1, ajeno a las constantes violaciones a los derechos humanos.
No hay mejor manera de mostrar al mundo las cualidades de Bahréin que el respeto de las libertades. Por ello, tanto Abdulhadi Al-Khawaja como el resto de personas detenidas deben ser puestas en libertad inmediatamente. Además, las autoridades bahreiníes deben ordenar de inmediato investigaciones independientes e imparciales sobre las alegaciones de torturas, así como llevar ante la justicia a los responsables de violaciones a los derechos humanos.
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