viernes, 20 de marzo de 2015

867.- Cinco síntomas de que el proyecto educativo de Wert vuelve al siglo XIX



Cinco síntomas de que el proyecto educativo de Wert vuelve al siglo XIX


Los planteamientos de la Escuela Moderna, fundada en 1901, lograron desmontar una enseñanza catolicista y desigual que el actual Ministerio de Educación está resucitando. La pedagogía libertaria de Francesc Ferrer i Guàrdia es el telón de fondo de la última novela de Màrius Mollà, 'El maestro'.


ANNA FLOTATS 

MADRID.- Hace más de un siglo, en el año 1901, nació en un piso de la calle Bailén de Barcelona un centro educativo de enseñanza mixta y anticlerical. Hasta 1909, la Escuela Moderna promovida por el pedagogo y librepensador Francesc Ferrer i Guàrdia escolarizó a más de un centenar de niños y niñas. Instauró la coeducación y cambió las enseñanzas religiosas por las científicas y humanistas. En esta revolución educativa y laica se enmarca la última novela de Màrius Mollà, El Maestro (Ediciones B), que cuenta la historia de un profesor recién instalado en una comunidad de leñadores del Montseny que pone en práctica los principios pedagógicos de la Escuela Moderna.

Los sectores políticos y católicos más conservadores, temerosos al sentir amenazados sus intereses, no pararon hasta que vieron cerradas las aulas del centro. Sin embargo, los postulados de Ferrer i Guàrdia siguieron vivos incluso después de su muerte (fue fusilado acusado sin pruebas de haber instigado la Semana Trágica de Barcelona) en escuelas de Madrid, Sevilla, Córdoba, Granada, Mallorca y en centros de Portugal, Suiza y Brasil. Incluso corrientes pedadógicas como Montesori en Italia o Waldorf en Alemania bebieron de sus ideas.


Ferrer i Guàrdia quiso romper con una "vieja enseñanza", como él decía, que sentía alejada de las necesidades de la sociedad. Hoy, superados los programas educativos de entonces —enfrentados con la ciencia y centrados en dogmas y figuras supranaturales— también existe "una vieja enseñanza" que, según Mollà, "hay que replantearse". 

Público analiza cinco logros de la Escuela Moderna —referente de futuros y reputados pedadagogos— que el sistema que fomenta el ministro José Ignacio Wert está poniendo en riesgo.



1. La coeducación de ricos y pobres

Ferrer i Guàrdia abogaba por "la inocente igualdad de la infancia por medio de la sistemática igualdad de la escuela racional" con el objetivo de acabar con la dominación de clase. Sin embargo, ahora se reproduce algo parecido: "El tipo de escuela está fijando el tipo de alumno y de familia, dependiendo de la ubicación geográfica y de la confesionalidad", sostiene Mollà. Además, el aumento de ayudas estatales a los centros concertados (a los que asiste el 25% de los escolares) va en detrimento del apoyo a la escuela pública. "Parece que la casta nos distingue, estamos dentro o fuera", sigue Mollà, quien sostiene que estas "trabas" demuestran que la coeducación de clases es todavía un reto. 


Ferrer i Guàrdia.



​2. La educación mixta

Los colegios que separan a niños y niñas no sólo siguen existiendo, sino que reciben financiación pública, a pesar de que el Tribunal Supremo haya emitido seis sentencias en contra de estas subvenciones. Wert apuntala su defensa de la educación segregada en la Convención de la UNESCO, que no la considera discriminadora en ningún caso. Aun así, ese documento data de 1960. "Es un sinsentido que esa idea antipatriarcal que la Escuela Moderna promulgó para romper con las desigualdades entre hombres y mujeres siga teniendo representación e incluso el beneplácito del sistema", lamenta Mollà. 



3. La religión, fuera de las aulas

La Escuela Moderna no era contraria a que la religión estuviera en la base de la enseñanza, pero consideraba que debía estar fuera de la escuela. Tras la dictadura franquista y la Transición, los crucifijos empezaron a descolgarse de las paredes de las aulas mientras entraban en ellas los libros de Educación para la Ciudadanía, una materia troncal que enseñaba valores sociales como la igualdad, la solidaridad o la defensa de los derechos humanos. La reforma de Wert eliminó esta asignatura y la convirtió en la alternativa a la resucitada clase de Religión durante la Primaria y la ESO. Su contenido, evaluable y publicado en el BOE hace unas semanas, no ha sido elaborado por el Gobierno, sino por la Iglesia. "Es un paso atrás clarísimo porque volvemos a mezclar lo que ya habíamos conseguido separar", valora Mollà. "La Iglesia ya tiene herramientas para llegar a la sociedad, no debe meterse en la educación", considera. 



4. Educación sin premios, castigos ni exámenes

"En la Escuela Moderna no hay premios, ni castigos, ni exámenes en los que hubiera alumnos ensoberbecidos con la nota de sobresaliente, medianías que se conformaran con la vulgarísima nota de aprobado ni infelices que sufrieran el oprobio de verse despreciados por incapaces". Es el 11º principio básico de la Escuela Moderna, aunque Mollà puntualiza que de lo que huía la pedagogía de Ferrer i Guàrdia era de las calificaciones relacionadas con exámenes de pura memorísitica, que "estresan al alumno y le predisponen al fracaso". La Escuela Moderna, cuenta, puntuaba cuestiones distintas, como la "responsabilidad individual, la responsabilidad colectiva, la ética o el interés del alumno por aprender".



Actualmente, y con la excepción de Infantil y Primaria, los profesores viven sometidos a los currículos por la presión de evaluaciones externas como la Selectividad o PISA. Y por si estas no fueran suficientes, la ley Wert ha implantado una prueba de evaluación final que recuerda a las reválidas y que servirá para conseguir el título de cada ciclo no universitario. Lejos de estas pruebas queda el lema de la Escuela Moderna "Ayúdame a pensar" y su convencimiento de que "la educación no es saber hacer cosas, sino entenderlas".



5. Profesores formados y con un sueldo digno

Al margen de los recortes en Educación, que según los sindicatos han dejado a la escuela pública con 20.000 profesores menos, Mollà advierte con preocupación de que otro problema es que España aún no ha conseguido hacer "ambicionable" la profesión de maestro. "Somos tan incapaces de buscar profesores buenos como de castigar a los malos", opina el autor de El Maestro, que señala la necesidad de "renovar todo el patio de profesores". Mollà insiste en que si no cambia la educación, tampoco cambiará la sociedad y, aunque celebra la movilización de gran parte de la comunidad educativa contra la deriva del sistema, lamenta: "Todavía hay más gente que dice que hay que cambiar las cosas que gente que las esté cambiando".





El ministro de Educación, José Ignacio Wert, y la secretaria de Estado, Motserrat Gomendio, en una imagen de archivo. EFE

Las claves del modelo europeo de universidad que no cuenta Wert


Educación defiende que su nuevo decreto acerca España a Europa, pero esconde que nuestro país es el sexto de los 33 estados europeos con las titulaciones más costosas. El ministerio quiere copiar el sistema de Reino Unido, obviando que sus alumnos acaban endeudados de por vida, o el de Alemania, donde estudian gratis o pagan matrículas ínfimas.



P. DÍAZ / A. FLOTATS 

MADRID.- Homogeneizar los estudios españoles con los del resto de Europa. Ese es el argumento con el que el Ministerio de Educación ha justificado su Decreto 3+2, que permite a las universidades ofertar grados de 180 créditos y másteres de 120, cuando hasta ahora los grados tenían que ser de al menos 240 créditos y los másteres, de 60. Aunque en términos generales, es cierto que buena parte de los países tienen un sistema universitario en que los estudios de grado constan de tres años y se complementan con un máster de dos, también es verdad que no todos los países son comparables en términos absolutos. Y es que el precio de la Educación Superior varía —y mucho— entre unas regiones y otras.

De hecho, según el estudio El coste de estudiar en Europa del Observatori del sistema universitari, en nuestro país "estudiar un máster es bastante más caro que estudiar un grado" mientras que "en la mayoría de los países europeos (unos 20) el precio máximo de los estudios de máster es el mismo que el de los estudios de grado". En concreto, el precio máximo de un curso de máster es un 67% más caro que el de grado, según el citado informe.


A ello se une, además, que España cuenta con uno de los sistemas universitarios más caros de Europa. Sólo Portugal, Holanda, Italia, Irlanda y Reino Unido nos superan en cuanto al coste de lo que un estudiante paga cada curso. A paridad de poder adquisitivo, aclara el Observatori, "España se convierte en el sexto país donde los precios máximos de los estudios de grado son más caros de los 33 estados europeos, detrás de Reino Unido (excepto Escocia), Eslovenia, Irlanda, Hungría y Letonia", señala el informe.

En 2006, cuando se implantó el plan Bolonia, todos los países eligieron el sistema 3+2. Sólo España, Chipre, Turquía, Armenia, Kazajistán o Georgia eligieron en su momento el 4+1. Incluso los rectores que ahora se han rebelado contra la reforma del titular del ramo, José Ignacio Wert, protestaron en su día por esa opción. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), puntualiza ahora, sin embargo, que no es contraria al 3+2, sino al "momento decidido para implantarlo, cuando aún están saliendo los primeros graduados", explica a Público un portavoz de la CRUE. 

Gomendio: "Optar a un máster es una elección voluntaria a la que sólo accede el 20% de los universitarios" 

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, defendió la medida en una reciente entrevista asegurando que, en realidad, no se trata de un "3+2, sino de un 4-1". "En el máster ya existía esta flexibilización, eso no se ha modificado; lo que sí hemos hecho es permitir que las universidades puedan reducir los años de grado", aseguró. Además, optar a un máster es una "opción voluntaria" a la que sólo accede en la actualidad "un 20% de los universitarios", recordó. Lo que no explicó es que, en caso de que se quiera acceder a un doctorado sí será necesario cumplir con los cinco años. 

La comunidad educativa (sindicatos de profesores, alumnos y asociaciones de padres y madres) han manifestado que, en cualquier caso, quien opte por cursar sólo un grado de tres años no podrá optar a empleos de calidad. De este modo, para obtener una formación superior real y mejorar el currículum, los estudiantes deberán pagar también el máster. ¿El gran problema? El precio de un máster triplica al de un grado. "Mientras el precio medio del crédito de un grado ronda los 20 euros, el de máster es de unos 60", aseguran PSOE, IU, CCOO, UGT, CSI-F, STES, Sindicato de Estudiantes, Ceapa y la CRUE. 

Sin embargo, el ministerio hace oídos sordos a la comunidad educativa y sigue repitiendo su argumento estrella: que el nuevo decreto pretende equiparar a España con países como Reino Unido o Alemania, cuyas universidades aparecen en los ránkings de excelencia. Pero Wert y Gomendio olvidan agregar, por ejemplo, que los alumnos británicos acaban endeudados de por vida para devolver sus préstamos universitarios y que los alemanes estudian gratis o pagan matrículas extremadamente baratas.

Entre los  33 estados europeos, España es el sexto país donde los precios máximos de los estudios de grado son más caros, detrás de Reino Unido Eslovenia, Irlanda, Hungría y Letonia
En Reino Unido, que se sitúa detrás de España en la clasificación, "estudiar un máster es bastante más caro que estudiar un grado" mientras que "en la mayoría de los países europeos (unos 20) el precio máximo de los estudios de máster es el mismo que el de los estudios de grado". Tras una reforma emprendida por el ex primer ministro Tony Blair —que encareció las tasas más de un 20% en 2012, pese a la revuelta estudiantil—, los alumnos deben hacer frente a un préstamo de bajo interés para estudiar un grado. Según un informe del Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés) la mayoría de los estudiantes universitarios de Inglaterra y Gales (en Escocia es gratuito) terminará su carrera con una deuda  de unos 65.000 euros. Ello implica que un graduado con un salario promedio deberá pagar unos 2.000 euros al año hasta que cumpla los 50 años. El salario promedio —teniendo en cuenta el índice de inflación de 2014 (1,6%)—, según el estudio, es de casi 42.000 euros al año para alguien de 30 años; 50.000, para los 40 años; y 59.000, para los 50.

En Alemania, en cambio, la tarifa de matrícula es muy baja en comparación con otros países e incluso muchas de las universidades son gratis. Allí, son financiadas por el Gobierno y los Landers (Estados federales) que deciden si cobran o no. Bayern, Hamburgo, Baja Sajonia y Nordrhein-Westfalen cobran derechos de matrícula; el resto, no. En España, en cambio, el precio mínimo de la matrícula para los estudios de grado "está muy por encima de 700 euros y el máximo supera los 2.600", señala el Observatori. 

Austria, Finlandia, Noruega, Suecia o Grecia tienen también sistemas gratuitos, así como Dinamarca (aunque sólo para estudiantes a tiempo completo) o Chipre, Escocia y Malta (que sólo lo tienen para los estudios de grado). Además, según un estudio de Eurydice (38 países que en su mayoría forman parte de la UE), "muchos de los países con gratuidad en los estudios ofrecen a sus universitarios importantes ayudas financieras en forma de becas". De hecho, todos lo hacen a excepción de Islandia y Montenegro, donde existen préstamos pero no becas, según el Observatori. En España, la inversión en becas lleva dos años sufriendo recortes. Los 1.483 millones de euros que destinó en 2012-2013 se quedaron en 2013-2014 en 1.408. El tijeretazo, de 75 millones de euros, supuso una caída del 5%.








866.- Homenaje a las primeras defensoras de la educación en igualdad



Homenaje a las primeras defensoras de la educación en igualdad




BEGOÑA PIÑA

"Decía María Salvo que lo decisivo de aquel 14 de abril de 1931 no fue aquel mar de banderas, voces, cantos y entusiasmo que inundó el mundo de los adultos, que el principio de la República fue ese día que maestros y maestras retiraron el tabique de madera que separaba a los niños de las niñas en las aulas y salieron todos juntos a la terraza de juegos por primera vez". Son las primeras palabras que se escuchan en Las maestras de la República, película de Pilar Pérez Solano (Goya al Mejor Documental) que llega a los cines en un momento crítico para la educación en este país. Mientras el ministro Wert se afana por arruinar los avances conseguidos y separar otra vez a los niños de las niñas llegan las voces de aquellas mujeres que dieron incluso la vida por unos ideales pedagógicos, por la convicción de que había que educar para la paz, la igualdad y la libertad. Innovadoras, independientes, libres, autónomas, la mayoría de ellas, sufragistas, todas, valientes y decididas.

Las maestras de la República, mujeres que hicieron suyo el ideal republicano y que pagaron por ello con su muerte y con la cárcel, se convierten en las merecidas heroínas de la película de Pilar Pérez Solano, que repasa la aparición en el terreno pedagógico de estas mujeres y la evolución que ello supuso en la educación. "Más escuelas y mejores maestros" era uno de los lemas de la República, un objetivo al que contribuyeron decisivamente estas mujeres, que dignificaron la educación pública española.

Con el testimonio de catedráticos y profesores especialistas en Teoría e Historia de la Educación —María del Carmen Agulló, Sara Ramos, Herminio Lafoz, María del Mar del Pozo—, familiares de las maestras y material de archivo, Pilar Pérez Solano va trazando el camino de esta historia desde la incorporación de la mujer al mundo laboral, a los centros de formación, incluso a los puestos directivos en la Administración. Explica también la importancia de la Institución Libre de Enseñanza, de donde surgieron la mayoría de las grandes ideas pedagógicas del momento, concepciones en las que convivían valores como los de ciudadanía o educación para la paz con otros relacionados con el juego o "el arte de perder el tiempo". Fueron ideas revolucionarias entonces que se sustentaron de una manera muy especial en los programas de formación de las maestras y los maestros de aquella época. Hombres y mujeres que por primera vez recibían idéntica formación, por lo que les atacaron los grupos más conservadores, y de lo que se defendieron magníficamente con el resultado de su trabajo.

Las maestras de la República recoge el ideal de aquellas mujeres dispuestas a formar a las niñas para una profesión, para un futuro en que fueran independientes y libres. Mujeres que fueron enviadas a los peores destinos, que aceptaron irse a escuelas rurales en pueblos atrasados, donde se enfrentaban a un caciquismo y un machismo brutales. Allí llegaban con sus nuevas ideas, obsesionadas por educar a los adultos para acabar con esa mirada retrógrada del mundo. Muchas aparecían con el pelo corto, con zapatos casi planos, sin corsé... "era un escándalo en muchos pueblos".

"Valientes e inteligentes son dos palabras que las definen", dice una experta en Historia de la Educación, que recuerda cómo algunas de esas mujeres se divorciaron, otras comenzaron una vida con parejas de su mismo sexo y por ello fueron también castigadas "con la carga del castellano y las empezaron a llamar mujeres públicas". "En la izquierda no nos caracterizamos por acoger bien a las mujeres", dice otro especialista que aparece en el film, que afirma que aquellas maestras tuvieron muchos problemas con los hombres, "que no aceptaban que les mandara una mujer".

La guerra, el trabajo de las maestras en la retaguardia y la participación en los sindicatos dan paso al relato de las siniestras represalias fascistas. Pilar Pérez Solano se detiene aquí para explicar que las maestras de la República sufrieron una doble depuración: por ser maestras y por ser mujeres. Se las acusó muchas veces alegando cuestiones morales, "incluso hubo una a la acusaron de no tener mantilla, que para ellos significaba que no iba a misa". Las que consiguieron exiliarse, pudieron en su mayor parte rehacer su vida. Las que quedaron atrapadas en la España negra de la dictadura fueron a la cárcel, algunas fueron ejecutadas, todas fueron apartadas de su profesión. A ellas y a su memoria está dedicada esta película, un trabajo que quiere subrayar el legado que nos dejaron estas mujeres. "Tener un concepto de escuela pública" es la herencia más importante que nos han legado, dice una de las especialistas que aparecen en el filme. Otras hablan de "ese modelo de mujer independiente, autónoma y capaz de transmitir ideas solidarias". "Luchar por una escuela solidaria es su mejor legado y el reto que tenemos hoy en día".






jueves, 12 de marzo de 2015

865.- La memoria silenciada de los crímenes franquistas en Córdoba


Pozoblanco (Córdoba)

La memoria silenciada 
de los crímenes franquistas en Córdoba

El documental ‘Dejadme llorar. El genocidio olvidado’ rescata los hechos y testimonios de las víctimas de la represión franquista en Córdoba y su provincia donde se contabilizaron cerca de 12.000 desaparecidos.
Víctimas en primera persona, la investigación de más de 30 años de un historiador sobre los hechos y las palabras de los jueces Baltasar Garzón y María Servini dibujan una parte de la historia desconocida para muchos aún hoy.

“Durante los cuarenta años del franquismo estas familias estuvieron siempre marcadas y ahora, otros cuarenta años de democracia después, aún no se les ha reconocido como víctimas de las atrocidades más horribles”.
Carmen Reina

Una cifra lo resume todo: 11.581. Es el número –quién sabe si incompleto aún- de personas desaparecidas en Córdoba durante la represión franquista. Una cifra que poca gente conoce en la Córdoba de hoy y que es fruto de la investigación del historiador Francisco Moreno durante más de 30 años sobre los crímenes de la dictadura en la provincia cordobesa. Esa cifra, el silencio sobre ella y los hechos que la propiciaron, es el motivo que ha guiado al periodista Jordi Gordon a poner voz a las víctimas y sus familias, a su historia, en el documental ‘Dejadme llorar. El genocidio olvidado’ que estrenará la próxima primavera.

“En la historia del mundo no hay nada similar a la gran fuerza fáctica que hay en España para reprimir la memoria, el recuerdo y la historia auténtica de lo que pasó”, señalan quienes, como el historiador Moreno, se han dejado la piel en investigar los hechos y sacar a la luz la historia de quienes se quedaron sin su vida –asesinados o no- por no apoyar el golpe franquista. Ahora, a través de este documental – que además de testimonios de las víctimas incluye el del juez Baltasar Garzón que quiso investigar los crímenes franquistas y el de la jueza argentina María Servini que lo hace actualmente desde su país- se reclama que se levante el silencio sobre los hechos que acontecieron en Córdoba.

‘Dejadme llorar. El genocidio olvidado’ “es un grito en nombre de los Derechos Humanos”, clama su director. “No sólo es un problema de memoria, es también un problema de solidaridad porque es hora ya de que la sociedad haga de una vez por todas sus tareas democráticas”, dice Gordon antes de la presentación de un avance del documental en la capital cordobesa.




“No se podía llorar a los muertos, no se podía hablar de ello, el miedo lo invadía todo. Durante los cuarenta años del franquismo estas familias estuvieron siempre marcadas y ahora, otros cuarenta años de democracia después, aún no se les ha reconocido como víctimas de las atrocidades más horribles”, denuncia sobre esa “realidad silenciada” quien rescata ahora los testimonios de represaliados y familiares de víctimas del franquismo para que puedan “llorar” su luto.

Esa memoria callada habla de esas 11.581 víctimas –casi todas ellas contabilizadas en los primeros 15 años de dictadura-, la mayoría de ellas sin nombre, que fueron enterradas sin identificar y sus familiares ya han muerto o se exiliaron. Perecieron -relata la investigación del historiador Moreno que narra los hechos en el documental- sobre todo en 1936, bajo el llamado período de terror de Don Bruno, el teniente coronel Bruno Ibáñez, enviado “con carta blanca” por el general Queipo de Llano a Córdoba.

Durante ese tiempo, se mandó encarcelar a miles de personas en la antigua prisión de Córdoba, en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Muchos no llegaron a tener ese destino. “Unos 4.000 cadáveres fueron enterrados en fosas comunes en los cementerios de San Rafael y La Salud -en la capital cordobesa- pero la memoria colectiva no lo conoce, se ha callado, se ha silenciado y olvidado”, explica el autor del documental. Otras 750 personas murieron debido a la insalubridad de la prisión. A ellos se suman más de 200 maquis muertos en la sierra y otras 160 personas asesinadas por servir de enlaces con los republicanos. La cifra sigue aumentando con los 1.600 represaliados en la posguerra, las 220 personas exterminadas en los campos del III Reich y otras 4.500 personas que aún reposan en fosas comunes de la provincia, según la investigación de Moreno.

Porque lo ocurrido sobrepasa y desborda la mente de quien desconoce que todo eso pasó sólo en Córdoba y su provincia, donde la investigación hecha señala que “se emplearon todos los métodos posibles de la desaparición” de personas. El “exterminio” comenzó apuntando a personalidades concretas, pero después se abrieron paso los “fusilamientos en masa” y se llegó a los “paseos” sangrientos donde caían la mayoría de las víctimas, en parajes de Córdoba como la Cuesta de Los Visos, Alcolea o la carretera a Almadén.

Niños de entonces, ancianos traumatizados de hoy
Esos hechos acaecidos se recogen en síntesis en el documental a través de las voces en primera persona, testimonios de las víctimas que aún viven, de quienes entonces eran niños y ahora en su vejez aún no han visto reconocido el sufrimiento que vivieron “arrebatados de los brazos de sus padres asesinados, les quitaron la familia, les despojaron de sus bienes, los arrojaron a la miseria, sin sus casas, les quitaron sus vidas”, relata el director que ha recopilado esas vivencias en el documental.

Esos testimonios muestran también cómo, aún hoy, “hay personas que cuentan que siguen viviendo con miedo, traumatizadas, sin que se les haya hecho justicia ni curado sus heridas”. Una justicia que reclama para que en España deje de haber, a su juicio, “víctimas de primera, que son las del terrorismo que tienen todos los reconocimientos, y víctimas de segunda, que son las del franquismo a las que nadie escucha”, denuncia Gordon.

El periodista y director del documental aprovecha su presentación en Córdoba, “una ciudad ligada siempre al encuentro, al diálogo” para denunciar que “se haya tapado y silenciado el genocidio de miles de personas que no apoyaron el golpe militar” de Franco. “Nos olvidamos de lo que pasó aquí mismo”, lanza como reflexión, “mientras en la memoria de todos sí están otros genocidios cometidos sobre un número menor de víctimas”.


864.- El Tratado de Libre Comercio con EE.UU.


El Tratado de Libre Comercio con EE.UU.

EL ACUERDO FANTASMA

Bruselas prometíó transparencia, pero prohíbe a los parlamentarios hablar de la información a la que tienen acceso, sólo pueden leer en una sala bajo vigilancia, sin dispositivos electrónicos ni bolígrafos.
La UE sólo deja a los eurodiputados ver dos horas el texto del tratado con EEUU


Por ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL 

Jean Claude Juncker pidió más transparencia; Cecilia Malmström prometió correr las cortinas y dejar que la luz bañase los documentos del Tratado de Libre Comercio que Bruselas y Washington negocian con sigilo, pero la realidad es otra.

De hecho, el "esfuerzo" por mejorar la transparencia que venden el presidente de la Comisión Europea y la comisaria de Comercio fundamentalmente consiste en permitir el acceso a una parte de los documentos sobre el TTIP (Transatlantic Tade and Investment Partnership) a todos los eurodiputados, cuando hasta la fecha sólo siete europarlamentarios tenían acceso a la reading room para consultar los textos. 

Y esto, después de pedir cita, indicar exactamente qué documentos desean consultar durante un periodo máximo de dos horas por visita, y sin poder contar una sola palabra de lo que vean, bajo la amenaza de sufrir sanciones administrativas y exponiéndose incluso a afrontar un proceso penal.
La eurodiputada de IU Marina Albiol accederá a parte de los documentos secretos este jueves


Tampoco pueden reproducir los documentos con marca de aguas que les entregan en sobres con su nombre, ni tener ningún tipo de contacto con el exterior. En todo momento son vigilados por un funcionario de la UE que incluso debe revisar que los folios estén enteros y los parlamentarios no hayan arrancado partes para robarlas, y deben dejar fuera de la sala todos sus aparatos electrónicos, pero también relojes y en muchos casos incluso los bolígrafos, ya que sólo en ocasiones permiten tomar notas.

Estas son algunas de las condiciones que Bruselas impone a sus europarlamentarios para acceder a la información sobre el polémico acuerdo y a otros textos confidenciales, como explica el documento que la UE ha remitido a la eurodiputada Marina Albiol, de Izquierda Unida (grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea, GUE/NGL). 

Como miembro de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos del Interior, Albiol, una de las eurodiputadas españolas más críticas con el TTIP, cruzará por primera vez el umbral de la reading room a las 10 de la mañana para consultar un texto relacionado con la protección de datos. Su tiempo habrá concluido a las 12, y por muy positivo o negativo que sea el documento que pueda leer no podrá pronunciar una sola palabra al respecto.

De hecho, tampoco podrá acceder a todos los documentos, ya que Bruselas sólo muestra los textos que incluyen sus propias exigencias en la negociación-no consolidados-, no los que también marcan la posición de EEUU -textos consolidados-, que recogen el resultado de las conversaciones entre las dos partes. Como varios europarlamentarios de distintas formaciones han confirmado a este diario, sólo les permiten ver una parte, y les ocultan la más importante.
El documento de 15 folios remitido a Albiol,  titulado simplemente Consignas de Seguridad, establece que los europarlamentarios sólo pueden acceder a los documentos clasificados firmando una declaración solemne, y siempre en solitario.

En una escala del 1 al 4, siendo el 1 el máximo nivel de confidencialidad -EU Top Secret-, los diputados sólo tienen acceso hasta el tercero -EU Confidential- y la información sobre el TTIP a la que pueden acceder se encuentra en el nivel 4, EU Restricted, el más bajo. Desvelar los documentos clasificados como EU Restricted puede "resultar desventajoso para los intereses de la Unión o de uno o más de los estados miembro", según el texto.

No es el caso de los documentos del TTIP, pero en otras ocasiones los europarlamentarios pueden fotocopiar algunos de los documentos con el mismo nivel de confidencialidad, siempre en máquinas "certificadas", desconectadas de la red del parlamento y sin discos duros.

Doble vara de medir con el espionaje

“El espionaje puede provocar una grave violación de la integridad política y administrativa, y tener consecuencias graves para la UE y/o los estados miembros”, explica el documento en poder de Público, que incluye también un anexo con ejemplos de casos de espionaje que han afectado en mayor o menor medida a la UE. 

Sin embargo, entre ellos no aparece el mayor escándalo de espionaje de los últimos años: el de las escuchas de la NSA norteamericana a millones de ciudadanos europeos, de las que ni siquiera se salvó la canciller alemana Angela Merkel. 

De hecho, el escándalo de la National Security Agency (NSA) fue destapado cuando comenzaban las negociaciones oficiales del polémico TTIP, a mediados de 2013, y el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, pidió paralizarlas hasta esclarecer los hechos.

Hay quien duda si el socialista realmente pretendía lograr pararlas o si lo hizo para desmarcarse de la postura de los conservadores, con los que su partido gobierna en coalición en Alemania. Merkel, que se mostró indignada por haber sido espiada, ni siquiera se planteó esa posibilidad, como tampoco hicieron el resto de líderes europeos.  

La oposición contra el TTIP crece, y mientras fuerzas políticas como IU, Podemos o Equo intentan pararlo, liberales, socialdemócratas y conservadores presionan para culminar el acuerdo que la mayoría de gobernantes europeos defienden a capa y espada sin tener en cuenta a quienes alertan de los peligros del TTIP, entre ellos Mariano Rajoy.





El Tratado de Libre Comercio es un ‘best seller’

Por Juan Carlos Escudier

12 mar 2015

Para combatir las denuncias de secretismo acerca del Tratado de Libre Comercio con EEUU, la Unión Europea ha decidido dar un paso al frente y poner luz donde antes había oscuridad. Se trata de una luz muy tenue, apenas un cirio de iglesia, que estará encendida dos horas, que es el tiempo máximo que tendrá cada eurodiputado para revisar el texto a pelo y bajo la vigilancia de un funcionario, por si alguno trata de prenderle fuego para intentar demostrar que es infumable.

Bruselas ha dado todas las facilidades posibles, empezando por el idioma que es el inglés y no el chino mandarín. Es verdad que quien se atreva a enfrentarse a esta novela de intriga no podrá hacerlo con ningún aparato electrónico y ni siquiera tiene asegurado poder usar un bolígrafo, ya que la tentación de escribir en algún folio el ya celebre ‘estuve aquí y me acordé de ti’ suele ser incontenible. También es cierto que ni siquiera podrán acceder al texto entero, una pretensión absurda porque no existe persona en el mundo capaz de leer esa Biblia en sólo dos horas. Pero, ¿para qué querrían tomar notas, fotografías o tener en sus manos el documento íntegro si han de comprometerse a no revelar nada de lo aquí allí descubran ni a su madre en el lecho de muerte?

Hasta que la transparencia ha llegado a estas negociaciones ultrasecretas, todo invitaba a pensar que había encerrado no un gato sino una manada entera de felinos. El recelo aumentó tras conocerse que todos los documentos relacionados con el tratado no podrían ser consultados en 30 años. Y hasta hubo que quien llegó a pensar que el benéfico tratado que iba a impulsar el crecimiento hasta límites insospechados era sólo un gigantesco apaño para beneficiar a las multinacionales, con las que además se habían mantenido más de 100 reuniones preparatorias. Obviamente, los temores eran infundados.

Todo está más claro que el agua. El Tratado de Libre Comercio es una necesidad imperiosa aun cuando el comercio entre EEUU y Europa sea fluidísimo y los aranceles a eliminar sean sólo del 3%. No hay que fiarse de experiencias anteriores, como el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) firmado entre EEUU, Canadá y México, que si a alguien ha beneficiado ha sido a Washington. O de algunos estudios independientes como el de Jeronim Capaldo para la Universidad de Massachusetts, en el que se estima que provocará la destrucción de 600.000 empleos y una pérdida de ingresos de hasta 5.000 euros por persona al año. Son simples maledicencias.

Lo natural en estos casos es creer a pies juntillas a la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, que tras dibujar el paraíso en la tierra de inversiones, crecimiento y trabajo, ha prometido que Europa “no bajará los estándares ni de protección ambiental ni de protección al consumidor, ni tampoco se va a modificar la legislación laboral”. ¿Hacen falta más datos?

Así pues no hay de qué preocuparse. Ni los consumidores, que muy probablemente empecemos a disfrutar de las ventajas de los transgénicos aunque muchos digan que no son trigo limpio, ni las pequeñas y medianas empresas europeas, que acabarán siendo devoradas por las grandes corporaciones, ni la ciudadanía en general, que verá como el Tratado se coloca por encima de las constituciones nacionales hasta pervertir la esencia misma de la democracia. Las ventajas alcanzarán a todos.

En aras a facilitar el trabajo a las grandes corporaciones, que, al fin y al cabo y por mucho que nos hagamos trampas al solitario son las que mandan, es muy probable que se habilite un tribunal especial para que puedan demandar más cómodamente a aquellos estados que atenten contra sus beneficios presentes y futuros. Lo de ahora es un lío y hay veces que hasta los tribunales fallan en su contra.

Malmström estima que este año puede alcanzarse un acuerdo político y que para 2016 el Tratado ya podría estar en vigor. Para cumplir los plazos es necesario que los eurodiputados se den prisa leyendo porque a dos horas cada uno y sólo en días lectivos el funcionario que les vigila puede acabar hasta el moño o jubilado, lo que llegue antes. Nadie lo hubiera creído, pero estamos ante un best seller.






"El tratado con EEUU sentará en la misma mesa al capital y a los estados"

La Campaña no al TTIP organiza nuevas jornadas para explicar la esencia del tratado comercial que Bruselas y Washington negocian en secreto, a pesar de las promesas de implementar la transparencia de la Comisión de Jean-Claude Juncker


Por ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

MADRID.- Bruselas prometió desclasificar nuevos documentos sobre las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con EEUU en 2015, preocupada por las acusaciones de falta de transparencia en las reuniones, o por el excesivo peso de los lobbies en el proceso: dos realidades sobre las que se ha pronunciado incluso la defensora del pueblo de la UE, Emily O'Reilly. Sin embargo, y según denuncia el portavoz de Ecologistas en Acción Tom Kucharz, la Comisión Europea se ha limitado hasta la fecha a publicar documentos de posición en relación a distintas partes de la negociación, pero no "textos legales, el texto consolidado, ni las ofertas y las demandas de EEUU". "Eso es exactamente lo que hay que ver", asegura Kucharz a Público.

Junto al portavoz de Ecologistas en Acción, más de medio centenar de sindicalistas, activistas y representantes de partidos políticos se han dado cita este sábado en la sede de la Confederación General de Trabajadores (CGT), en el marco del primer encuentro estatal de la Campaña no al TTIP. Más de 130 organizaciones como Ecologistas en Acción y la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC); partidos como Podemos, Izquierda Unida o Equo y sindicatos como Comisiones Obreras (CCOO) y la propia CGT sustentan esta campaña, que a lo largo del último año ha trabajado para dar a conocer la letra pequeña del Tratado, que Bruselas y Washington tienden a obviar.

Un ejemplo es el llamado Consejo de Cooperación Reguladora, una suerte de filtro de todas las normas comunitarias que afecten a lo establecido por el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) y que daría nuevos poderes a las empresas para influir y "coescribir" las normativas. "Sería un cuerpo permanente y no temporal", "una mesa conjunta en la que se sientan el capital y el Estado", "la privatización de la política y de la ley, con otra ley", en palabras de Kucharz.  "Se perderían los últimos rincones de soberanía democrática", zanja.

El activista recuerda que aún no está claro quiénes se sentarán en este consejo -es posible que haya sillas para las agencias reguladoras-, pero sí  que las multinacionales contarán con acceso directo a estas negociaciones. "EEUU quiere que abarque todas las legislaciones de la UE, mientras que Bruselas quiere que sólo afecte a las que tienen un impacto directo sobre el comercio", que por otra parte pueden ser la mayoría, como apunta.


Otro de los puntos más polémicos en lo que a regulación se refiere es el reconocimiento mutuo entre los estándares de los 28 y Washington, o la obligatoriedad de armonizar estas regulaciones adoptando las más laxas en algunos campos, como plantea el actual borrador del acuerdo. Hasta la fecha, Bruselas ha defendido el polémico tratado esgrimiendo los supuestos beneficios económicos que generará de acuerdo con un estudio -ignorando los resultados de otros trabajos que alertan de lo contrario-, e insistiendo en que el reconocimiento de los estándares de EEUU no supondrá un riesgo para la salud o la protección de los europeos, ni una reducción de las normativas comunitarias.

El mecanismo de resolución de disputas ISDS (Investor-State Dispute Settlement) que previsiblemente incorporará el tratado, y que permitirá a las multinacionales demandar a los estados en los que inviertan, de considerar sus inversiones perjudicadas por los cambios normativos efectuados por estos países es sólo la punta del iceberg de los detalles de esta alianza, que hoy han sacado a relucir los activistas.

El estudio de la cara B de acuerdos como el TTIP o el CETA (UE-Canadá) ha propiciado un aumento de movilizaciones y campañas de protesta de ONGs, partidos políticos o sindicatos contra estos acuerdos. Liberales, socialdemócratas y conservadores impulsan el acuerdo, y en mayo de este año el Europarlamento votará una resolución nacida al amparo de estas fuerzas, para pedir a la Comisión Juncker que acelere las negociaciones sobre el acuerdo, similar a la que en su día aprobó el PP en el Congreso de los Diputados.

18 de abril: cita mundial contra el TTIP

Coincidiendo con la octava ronda de reuniones entre Bruselas y Washington, los activistas contra el TTIP en el Viejo Continente celebrarán el próximo 2 de febrero una reunión para coordinar estrategias de acción contra el acuerdo en la capital belga.

El 18 de abril, los opositores al TTIP de ambos lados del Atlántico celebrarán una jornada global contra el acuerdo, en línea con la acción desarrollada el pasado 11 de octubre.  Distintos miembros de ATTAC aseguran a este diario que la cita debe ser "lo más grande posible", aunque también esperan que el debate sobre el acuerdo esté presente en las campañas para las elecciones municipales y autonómicas de mayo en nuestro país, y que el rechazo a la alianza atlántica logre colarse entre las reivindicaciones básicas de los trabajadores el próximo 1 de mayo. 

La reunión de este sábado se ha saldado con la creación de varios grupos de trabajo, y con el reto de visibilizar el acuerdo transatlántico en el Parlamento Europeo y en las cámaras nacionales. 

Según los activistas, la alianza comercial viene a consolidar el modelo neoliberal imperante, y el mejor antídoto contra el TTIP -como en su día defendió Susan George-, es precisamente avisar a la ciudadanía de que entrañará peligros para los derechos laborales, los mercados públicos o las normas de seguridad y ambientales de la UE.




"El tratado con EEUU permitirá un tsunami de privatizaciones"

Por ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

Bruselas dice que no hay nada que ocultar, pero guarda los documentos sobre el Tratado de Libre Comercio con EEUU en una habitación bajo llave a la que sólo pueden acceder siete eurodiputados, y en la que no pueden entrar con cámaras o teléfonos móviles. Después de más de un año haciendo oídos sordos a las críticas sobre la opacidad de las negociaciones, la Comisión Europea ha dejado de obviar la existencia de este borrador de acuerdo, para pasar a defender discretamente las supuestas ventajas del tratado.

"El silencio es su gran aliado y que no haya silencio sobre el TTIP es nuestra gran ventaja", asegura Marga Ferré, secretaria de Programas de Izquierda Unida (IU). Este lunes, en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, la formación ha celebrado un seminario para concienciar sobre los peligros del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), que la UE y EEUU negocian sigilosamente, mientras crece el rechazo de organizaciones sociales, sindicatos y fuerzas políticas al polémico acuerdo, que todavía resulta casi desconocido para los españoles.

El mandato negociador de la Comisión Europea ha sido secreto durante año y medio, la influencia de los lobbistas en las negociaciones ha quedado más constatada, y Bruselas sigue mostrándose completamente incapaz de aportar argumentos contundentes que justifiquen su apoyo al acuerdo. Para ello, se remiten una y otra vez a las cifras más optimistas de un estudio elaborado en 2013, pero ignoran otras como las que aporta una reciente investigación de la Universidad de Massachusetts, que alerta de la posible destrucció

indicatos, organizaciones sociales y varios representantes de IU han subrayado también el riesgo de que el tratado se convierta en una suerte de marco regulatorio internacional al que quedarían supeditados los estados. Esto, por no hablar del mecanismo de protección de inversiones (ISDS) que incorpora el TTIP -contra el que hoy se pronuncia el PSOE, que antes lo apoyó-, y que permitirá a las empresas inversoras demandar a los estados por cifras millonarias si estos efectúan cambios regulatorios que a juicio de las corporaciones puedan perjudicar sus inversiones. Las empresas demandarán ante tribunales arbitrales, y no ante las justicias nacionales, alimentando el lucrativo negocio del arbitraje internacional, controlado por unas pocas empresas estadounidenses y europeas.
Grosso modo, los participantes en este foro ven el TTIP como una herramienta al servicio del imperialismo, el caballo de Troya de las empresas para imponer regulaciones más laxas, recortar más derechos a los trabajadores y obtener más beneficios, con peligros para el medio ambiente, el sector público o el alimenticio. "El tratado con EEUU permitirá un tsunami de privatizaciones", vaticina Ferré.

En esta línea, y mientras CCOO opta por marcar líneas rojas que permitan renegociar el acuerdo, la CGT, ATTAC, Ecologistas en Acción e IU optan por dar portazo a la iniciativa. Creen que explicar la verdadera naturaleza del TTIP servirá para que la ciudadanía se rebele contra el acuerdo, logrando así que el tratado nunca vea la luz.

La europarlamentaria de IU Marina Albiol ha sido la encargada de organizar las charlas de este lunes, que sirven como toma de contacto para el seminario que celebra este martes el grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/ NGL) - el que se incluyen fuerzas como IU o Podemos-, con el que intentarán explicar las verdaderas repercusiones de este acuerdo.
"El objetivo es crear redes, favorecer el contacto entre las organizaciones sociales que trabajan contra el TTIP a ambos lados del Atlántico", explica la eurodiputada. Como ya alertó hace unas semanas a este diario, Albiol sostiene que el acuerdo pondrá a la ciudadanía a los pies de las multinacionales si finalmente es ratificado. "No es EEUU contra Europa: son las multinacionales de la UE y de EEUU contra sus clases trabajadoras".

Como hiciera IU ante el Congreso de los Diputados en mayo de este año, Marga Ferré ha abogado este lunes por la celebración de un referéndum para que los españoles se pronuncien sobre el tratado. Washington y Bruselas cerraron recientemente la séptima ronda de reuniones sobre el acuerdo, que empezó a negociarse formalmente a mediados de 2013.

Incluso en el caso de que conservadores, socialistas y liberales logren su ratificación, esta no se producirá antes de finales de 2015 o principios de 2016 como pronto, para lo que deberá pasar por la Eurocámara y por los parlamentos de los distintos estados, y deberá ser ratificado o rechazado en su fase final, sin que sea posible presentar enmiendas.

En una rueda de prensa celebrada durante la mañana de este lunes, el eurodiputado de la Izquierda Plural Joan Josep Nuet también se ha mostrado optimista con respecto a las posibilidades de paralizar el avance del tratado. Nuet recuerda que el acuerdo deberá pasar por el Congreso de los Diputados, y asegura que tras las elecciones de noviembre de 2015 esta cámara habrá sido renovada, por lo que existirán posibilidades reales de que España rechace el TTIP.



El Tratado de Libre Comercio con Canadá, caballo de Troya de las multinacionales en Europa




Por ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

Nuevas dosis de opacidad y nuevas ventajas para las empresas frente a los estados son, grosso modo, las claves del Tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá, según el informe de varios organismos internacionales, Vendiendo la Democracia, que ha visto la luz este mismo miércoles.

El documento, al que ha tenido acceso este diario, alerta de que el polémico CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement), no sólo servirá para reducir aranceles, como se empeñan en recordar sus promotores, sino que además brindará nuevos poderes a las multinacionales, y servirá como campo de pruebas de lo que vendrá después: el Tratado de Libre Comercio entre la UE y Bruselas, el polémico TTIP, que la UE negocia con sigilo, impermeable a las críticas de fuerzas políticas y organizaciones sociales que alertan sobre sus peligros, y sobre el excesivo peso de las multinacionales en las negociaciones.

A mediados de los 90 apenas había constancia de una docena de demandas de empresas a estados; a finales de 2013 eran 568

Ambos acuerdos son similares en esencia, e incorporan un mecanismo de protección de inversiones (ISDS), que permitirá a las empresas denunciar a los estados en los que realicen inversiones, en caso de que estos países apliquen cambios normativos que a juicio de las empresas perjudiquen a sus inversiones. Sin embargo, el acuerdo con Canadá va un paso más allá, y también recoge el derecho de las empresas a denunciar a los estados de verse perjudicadas las "expectativas legítimas" sobre sus inversiones, en virtud de una "cláusula de trato justo y equitativo". Por no hablar de la suerte de cláusula zombie que incorpora el CETA, y que permitirá a las multinacionales seguir demandando a los países en los que inviertan 20 años después de disolverse esta alianza.

El mecanismo ISDS sólo permite que las empresas denuncien, no los estados. En vez de recurrir a los tribunales nacionales, las corporaciones acuden a tribunales arbitrales, que zanjan con laudos irrevocables estos litigios. Las disputas suelen durar años, y obligan a los estados a afrontar costes millonarios, ganen o pierdan. Según el estudio, la inclusión de este mecanismo sirve para conceder aún más poder a las empresas, mientras los estados se enfrentan a árbitros que actúan "con una clara tendencia a interpretar las leyes en favor de los inversores". 

Si las empresas no se ponen de acuerdo con los estados para designar a los árbitros, la pelota pasa al tejado del Centro Internacional para la Resolución de Disputas sobre Inversiones (ICSID), dependiente del Banco Mundial. Para los autores del documento, esto supone "dejar al zorro vigilando el corral de las gallinas", en un sistema en el que ya contemplan el "conflicto de intereses de los árbitros", que cuentan con potestad para decidir qué demandas admitir, aunque sean "frívolas o infundadas", y no pueden ser juzgados por las decisiones que adopten en estos procesos -cualquier juez puede ser condenado por prevaricación, pero no estos árbitros-.  Por todo ello, el estudio considera el ISDS un arma contra los estados, que en muchas ocasiones les condiciona, impidiéndoles aplicar cambios normativos por temor a las denuncias de las multinacionales.

Los estados dedican una media de seis millones de euros a costear estos procesos, que suelen durar años

Las cifras hablan por sí solas: frente a la docena de demandas de empresas a estados documentadas a mediados de los 90, en 2013 ya eran más de 568, por lo que también ha crecido el número de estados que se oponen a incluir el ISDS en sus alianzas comerciales. El hecho de que tanto la UE como Canadá cuenten con sistemas judiciales sólidos es otro de los argumentos del estudio, que considera totalmente innecesario recurrir a los tribunales arbitrales.

En su análisis, el documento se remite a los datos del acuerdo entre Canadá, EEUU y México (NAFTA), para recordar que Ottawa ha perdido o se ha visto obligada a llegar a acuerdos en seis de los 35 casos en los que ha sido demandada por empresas estadounidenses o mexicanas, por lo que ha tenido que gastar más de 142 millones de euros en compensar a las multinacionales, gastos procesales aparte.

Los abogados especializados más cotizados cobran hasta 800 euros por hora, y los árbitros se embolsan cerca de 2.400 euros por día de trabajo sin contar con dietas, transporte y alojamiento. De hecho, como denuncia un estudio reciente, los estados dedican seis millones de euros de media a costear estos procesos, que acostumbran a dilatarse durante años. Es un negocio en manos de unas pocas empresas europeas y estadounidenses, que concentran la inmensa mayoría de estos lucrativos casos.

En los arbitrajes, los abogados cobran hasta 800 euros por hora, y los árbitros cerca de 2.400 por día, sin contar con las dietas

Vendiendo la Democracia: Cómo las reglas de protección de inversiones del CETA amenazan los servicios públicos en Canadá y en la UE es el último informe publicado por más de una docena de organizaciones canadienses y europeas, como el Transnational Institute, el Observatorio Corporativo Europeo o el Centro Canadiense de Alternativas Políticas: organizaciones sociales, think tanks y ONGs que concluyen su análisis pidiendo a los legisladores que renuncien a incluir el ISDS en el tratado con Canadá, pero también en alianzas como el TTIP.

Alianzas que, en palabras de Pia Eberhardt, coautora del informe, son "arriesgadas y muy peligrosas". La investigadora del Observatorio Corporativo Europeo denuncia a Público la actitud de las autoridades europeas, que responden a las críticas con "propaganda" y se empeñan en seguir adelante con acuerdos como el CETA o el TTIP, a pesar de que la oposición a este tipo de alianzas sigue creciendo.

Este lunes, en Madrid, el Parlamento Europeo celebró un seminario sobre el  TTIP en el que PP y PSOE volvieron a enumerar los supuestos beneficios que traerá el polémico acuerdo, sacudiéndose de paso las acusaciones de falta de transparencia en las negociaciones. Un acto de "propaganda" en opinión de Podemos, IU y Equo, que no fueron invitados al evento, y que denunciaron la falta de voces críticas en el encuentro.

Con el CETA, las filiales de multinacionales estadounidenses en Canadá también podrán demandar a los estados europeos

Florent Marcellesi, portavoz de Equo en la Eurocámara, comparó este lunes el acuerdo de Bruselas con Canadá y la alianza con EEUU, asegurando que el primero es "el hermano mayor del TTIP". Lo cierto es que las negociaciones del CETA también han sido tachadas de opacas, y el ISDS que incorpora es "aún más peligroso" que el del TTIP, como recuerda Eberhardt, pero esto sólo es la punta del iceberg. De hecho, los investigadores temen que el acuerdo con Ottawa sirva como una suerte de caballo de Troya de las multinacionales: el CETA no sólo será una alfombra roja para las empresas canadienses, sino que también podrá ser esgrimido por las filiales de multinacionales estadounidenses, que cuentan con un peso importante en la economía de Canadá.

En septiembre de este año, representantes europeos y canadienses escenificaron en Ottawa el fin de las negociaciones del tratado, pero no será hasta 2016 cuando comience a aplicarse, de ser ratificado por los 28.
Las fuerzas partidarias de estas alianzas sostienen que generarán riqueza y empleo, pero evitan leer la letra pequeña de estos acuerdos. Mientras, el número de detractores del CETA y el TTIP sigue creciendo, denunciando que estos tratados son la consagración del modelo neoliberal que tanto gusta a las élites económicas, y que restarán soberanía a los estados que los firmen.










863.- El desprecio de Franco a José Antonio



El desprecio de Franco a José Antonio

Por JESÚS RUIZ MANTILLA Madrid 12 MAR 2015


Una carta de María Santos Kant, novia desconocida del líder falangista, y la respuesta de este refleja el desprecio del dictador por su rival



Fragmento de la carta de María Santos Kant a Franco. / FUNDACIÓN JOSÉ MARÍA CASTAÑÉ

Apenas habían pasado cuatro días del fusilamiento. José Antonio Primo de Rivera empezaba a ser El ausente. Entonces, el 24 de noviembre de 1936, María Santos Kant, desconcertada, se armó de cuajo para dirigirse en una carta ni más ni menos que a Francisco Franco. Ella se identificaba como la novia de Primo de Rivera, el creador de la Falange. Lo habían ejecutado el día 20 en la cárcel de Alicante, pero en ambas partes vociferaba la confusión. Entre los nacionales, nadie quería darse por enterado. Sin embargo, la noticia corría por el bando republicano. Franco contestó una semana después mediante un subalterno: “El general no sabe nada directamente relativo a la suerte de dicho señor…”.

Otro de los 600 documentos que la Fundación José María Castañé acaba de donar a la Residencia de Estudiantes de Madrid —EL PAÍS ayer publicó el que reflejaba el sueldo de Franco cuando era jefe del Estado Mayor— da cuenta de la tensa relación de desprecio mutuo que mantuvieron los líderes de la cabeza del fascismo en España. Aparte de desvelar la identidad de una de las misteriosas amantes del creador de la Falange: “Mi general: Soy la novia de José Antonio Primo de Rivera. Prefiero darle esta explicación escueta, con la sobriedad que él ha impuesto a su Falange, porque creo que ella excluye comentarios de lo que está siendo para mí estos meses en que se han dicho y hecho sobre José todas las suposiciones y se han dado las noticias más contradictorias…”.

Para aquella mujer, sólo cabía escoger entre los murmullos del bando nacional y la euforia que su muerte provocaba en los sectores republicanos más radicales. La verdad era que Primo de Rivera llevaba cuatro días muerto. Lo fusilaron tras un juicio sumarísimo, que concluyó el 18 de noviembre, en que también condenaron a cadena perpetua a su hermano Miguel, como recoge Julio Gil Pecharromán en su biografía José Antonio Primo de Rivera. Retrato de un visionario (Temas de Hoy).




José Antonio Primo de Rivera. / J. CARTAGENA

No funcionaron para salvarle ni los intentos de canje —uno de ellos con la familia del general republicano Miaja—, ni las peticiones de clemencia, ni las negociaciones en las que, discreta pero vagamente, se mezcló Franco. Con su pericia para el cálculo, el futuro dictador ya había echado las sabrosas cuentas que le salían gracias al cadáver de Primo de Rivera: ninguna sombra de político con liderazgo que le estorbara en su camino hacia el poder total y un aseado corpus ideológico del que apropiarse para fundamentar su política del odio.


Todo por ganar. Se habían conocido por mediación del cuñadísimo, Ramón Serrano Suñer. Siempre en medio, jugó sus cartas de acercamiento. Pero no pudo tender puentes entre ambos hasta que Primo de Rivera murió. Franco se identificaba políticamente con la derecha tradicional de la CEDA de Gil Robles más que con la Falange. Otra cosa es que la crudeza de la guerra le llevara a acoplar finalmente su extremismo a tono con el movimiento que mezclaba churras nazis y del fascio italiano con merinas de catolicismo a ultranza pasado por el horno de Menéndez Pelayo.

Si José Antonio llegó a comparar a la baja ante Serrano Suñer a Franco y su cuadrilla con su padre, Miguel Primo de Rivera, el anterior dictador que sirvió de colchón con muelle medio oxidado a Alfonso XIII, el militar se mostraba alérgico cuando se topaba con un retrato del líder de la Falange. Tanto que una vez llegó a comentarle a su cuñado: “¡Lo ves, siempre a vueltas con la figura de ese muchacho!”.

No existen historiadores serios de una u otra tendencia que lo nieguen: a Franco le vino al pelo la muerte de José Antonio. Es lo que sostiene Stanley G. Payne, reconocido como el mayor experto en todo lo que tenga que ver con la Falange: “Fue una situación complicada. Pidió un intercambio de prisioneros que se dio un año después con el canje de Fernández Cuesta. Podemos concluir que no hizo todo lo que podía hacer para lograrlo, como llevar a cabo una iniciativa personal al más alto nivel, pero es que tampoco quiso”. Mejor muerto que vivo. Más beneficioso en la tumba y sobrevolando, eso sí, el armazón del futuro estado totalitario como mito al que rezar en días de concentraciones patrióticas.

Entre los sublevados, callaron la noticia durante dos años y esperaron a que acabara la guerra para trasladar el cadáver de Alicante a El Escorial en una procesión propia de santurrón medieval. Lo hicieron con el cadáver a cuestas, andando y custodiado de noche por antorchas durante casi 500 kilómetros. Comenzaba entonces el nacimiento del mito. Y los beneficios del caído.

“Hoy, me dirijo a usted, mi general —y he esperado antes de molestarlo el probar todos los métodos— por si fuese posible el que usted me diera alguna noticia. No vea en mí una inconveniencia de sus preocupaciones y trabajo, ni mucho menos una falta de respeto. La verdad es que se ha convertido en hábito en todos los españoles la costumbre de confiar y poner en usted mi general nuestras esperanzas. Porque quiero evitar la posibilidad de tener una contestación y no recibirla —por estar aquí de paso— las señas más seguras son. María Santos Kant. Sección Femenina de la Falange. Juan Bravo 6. Segovia. Que Dios le premie mi general y nos le guarde por muchos años. Arriba España”.

El Sr GENERAL FRANCO me encarga manifieste a usted que recibió su carta del 24 actual referente al Sr. Primo de Rivera. El Sr. General no sabe directamente nada relativo a la suerte de dicho señor, porque las emisoras rojas aseguran haberlo fusilado y no es creíble lo digan sin que sea ello verdad.

Ni en Google, ni en los índices onomásticos. El rastro de María Santos Kant no aparece en ninguna de las biografías consultadas. Es un misterio para los expertos. De la vida sentimental de Primo se han escrito manantiales. Sobre sus tendencias sexuales, también. El gran amor imposible de su vida tuvo nombre y marido. De ella habla Ian Gibson en su ensayo En busca de José Antonio. Se llamaba Pilar Azlor de Aragón y Guillamas, duquesa de Luna, descendiente del reino de Aragón. Su relación se mantuvo desde 1927 pero acabó antes de que ella se casara en 1935 con Mariano de Urzaiz y Silva, oficial de la Marina.

Después… Misterio y muchas admiradoras. María Santos Kant podía ser una de tantas enfebrecidas fans del soltero de oro, abogado de éxito y diputado con porvenir. “Alguien que en mitad de la confusión se autocondecorara como la novia de José Antonio”, comenta Gibson. Pero, ¿a tan alto nivel? Ahí queda la pregunta para los historiadores. El caso es que obtuvo respuesta oficial. Escueta y ambigua, en la línea del más puro Franco siempre provisto de claroscuros y una baraja de ases en la manga.

La fechada en Salamanca el 1 de diciembre de 1936 a “la Srta M. S. Kant: El Sr GENERAL FRANCO me encarga manifieste a usted que recibió su carta del 24 actual referente al Sr. Primo de Rivera. El Sr. General no sabe directamente nada relativo a la suerte de dicho señor, porque las emisoras rojas aseguran haberlo fusilado y no es creíble lo digan sin que sea ello verdad, pues el mentir en este asunto no tendría para ellos utilidad. Sintiendo no poderle dar mejores noticias, usted disponga de su affmo…”.

La misiva confunde. Más cuando la confirmación plena llegó dos años después en el bando franquista. Un tiempo sobrado para vampirizar su endeble corpus de ideología fascista y ponerlo al servicio de un líder sin mucha imaginación teórica en cuestión de sistemas de pensamiento.

Franco tenía clara su acción. El aniquilamiento del enemigo: “Repito, cueste lo que cueste”, como le admitió el dictador al periodista estadounidense Jay Allen cuando le preguntó si para lograr sus fines tendría que matar a media España. Fue el mismo reportero que entrevistó a José Antonio poco antes de morir en la cárcel de Alicante.

Después, su objetivo se reducía a perpetuarse en el poder, también a cualquier precio. Para ello, en cuanto a Primo de Rivera, apenas pudo disimular su desaparición como un bendito golpe de suerte. El ausente, “dicho señor...”, se convertía en el espectro constantemente presente.