martes, 31 de enero de 2012

326.- Inventos: El Reloj



Inventos: El Reloj


El Aparato para medir el paso del tiempo

Desde tiempos inmemoriales, el hombre quiso medir el paso del tiempo y conseguir un referente que le indicara los momentos en cada día.
Uno de los primeros conceptos que manejó el hombre primitivo fue la toma de conciencia de que era un ser con una duración limitada. Y la primera percepción de ese tiempo se la señalaba la salida y entrada del sol. Otro referente fue el cambio de estaciones y las migraciones de las aves. Y lo más palpable fue la observación de la misma vida del hombre, desde su nacimiento, su crecimiento y reproducción, su envejecimiento y muerte.

Todos estos detalles lo indujeron a tomar el tiempo en períodos: el más perceptible fue el día. Luego estudió la posición en un determinado lugar, del sol. O los trayectos que éste recorría.

Cuando se dispuso a medir ese tiempo, trató de hacerlo en medidas espaciales.
Fueron los babilónicos quienes comenzaron a usar las nociones de día, hora y año. Descubrieron que el año es el tiempo que tarda el sol en regresar al punto de partida en el cielo. Para determinar los meses usaron el calendario lunar que comenzaba el mes con luna llena. Pero el calendario será tema de otro apartado en este sitio.


Son numerosas las variedades de elementos y maquinarias que el hombre ha inventado para tratar de medir ese tiempo, desde los más rudimentarios y sencillos hasta los más complicados y sofisticados, realizados en una diversidad de materiales, desde la piedra hasta los más valiosos metales. Y con funcionamientos basados en elementos totalmente comunes como la arena, hasta los basados en el cuarzo o en la energía atómica.

Como no fueron pocos los experimentos y las pruebas mecánicas y tecnológicas aplicadas para la medición del tiempo, se deben distinguir diversos tipos de formas y de inventos que fueron apareciendo a lo largo de la evolución de la humanidad.



Los Primeros Relojes


En sus primeras observaciones el hombre notó que la sombra variaba de acuerdo con la posición del sol. Así nació el gnomon, que consistía en un bastón incrustado en el suelo perpendicularmente, y en tierra se señalaban surcos que indicaban los distintos momentos del día. La sombra del bastón era la que señalaba los diferentes horarios. 

Pronto el bastón del gnomon fue transformándose en grandes obeliscos. Pero tenían grandes imprecisiones.
Según Heródoto, en Grecia el gnomon fue introducido por Anaximandro. Uno de los más antiguos gnomones de que se tienen datos, se usó en Egipto en 1500 antes de Jesucristo. Según la Biblia, el Rey Achaz hizo construir un cuadrante solar en Jerusalem en el siglo VIII antes de Cristo.

A los gnomones le siguieron los meridianos. Pero recién cuando se tuvieron en cuenta el eje de rotación de la tierra y otros datos científicos y astronómicos calculados con precisión, se construyó el cuadrante solar que mejoró al precario gnomon. Dicho cuadrante solar estaba formado por un estilo y una base esférica sobre la que se marcaban líneas horarias que señalaban los distintos momentos del día. Se lo ubicaba de determinada manera para que señalara la sombra en forma idéntica la misma hora en cualquier día del año. La medición del cuadrante solar hizo que se lo considerado un instrumento de mayor precisión. De éste surgieron el cuadrante ecuatorial y luego el cuadrante universal, que era portátil y utilizable en cualquier lugar, que acompañado de las señales de una brújula, fue un instrumento útil para los navegantes.
Los cuadrantes solares aparecieron en Grecia hacia el siglo V antes de Cristo, mientras que los romanos lo usaron alrededor del siglo II a C.

Para las mediciones nocturnas del tiempo, aparecieron cuadrantes estelares y lunares. (Pero funcionaban solamente cuando había cielo despejado y sereno).

Por eso se hacía necesario medir el tiempo como transcurso y no como visual. Así aparecieron los relojes de cera, velas de duración prevista. A medida que se iba consumiendo la vela (marcada) señalaba un determinado período de tiempo. Se usó en la Edad Media, especialmente en oficios religiosos. En 1206 de utilizó una candela que contenía bolitas de metal, que caían a medida que la cera se iba derritiendo.

También fue utilizada desde la antigüedad la clepsidra, inventada probablemente por los Caldeos, es un reloj de agua que hacía salir el agua contenida en un recipiente a través de un orificio.
A este instrumento lo utilizó Herófilo de Alejandría para medir las pulsaciones del cuerpo humano. Galileo usó una clepsidra de mercurio para medir la caída de los cuerpos. Hubo curiosas clepsidras construídas con adornos y anexos, como una enviada por el califa Harún Al-Raschid a Carlomagno. Era de cobre con incrustaciones en oro. Señalaba la hora sobre un cuadrante y dejaba caer en ese instante la cantidad correspondiente de bolitas de metal sobre una bandejita, y producían los sonidos en número correspondiente; y se abrían unas puertitas de donde salían la cantidad de caballeros armados (de acuerdo con la "hora" señalada) que hacían varios movimientos.

Los relojes de arena no se diferenciaron demasiado de las clepsidras, salvo en la utilización de arena como elemento a deslizarse.

Pero todos estos relojes utilizados no lograban tener exactitud, y surgió la necesidad de lograr mantener un ritmo exacto en el fluir de los elementos del marcado del tiempo.

Por lo tanto el hombre debió recurrir a la invención de elementos basados en la mecánica.





Relojes Modernos


Surgió la necesidad de dar exactitud a la medida del tiempo. Es decir, dividirlo en fracciones exactas, con ritmo constante.

Fue necesario recurrir a un péndulo o balancín con resorte o peso, movido por un mecanismo regulador, así es como se inventa el "escape", y se debe agregar una aguja o elemento que señale las mediciones, y que debe moverse regularmente, para lo que se agrega un sistema de ruedas.

El primer motor de relojería estaba formado por pesas, cuerdas o cadenas alrededor de ruedas y se iban desenvolviendo. Los relojes medievales más importantes eran de pesas, construidos en torres y campanarios, como el de Dijón, el del Palacio de Justicia de París y el de la Catedral de Salsbury. Y también se construyeron grandes despertadores con este sistema de pesas.

Se supone que este tipo de reloj apareció en el Siglo XIII, y aparece citado por Alfonso X El Sabio en su "Libro del Saber de Astronomía", pero se supone que los primeros experimentos con este mecanismo lo pueden haber realizado los árabes y los bizantinos.

En el Siglo XIV algunos nobles y señores comienzan a tener en sus casas relojes privados de pesas.

El mecanismo llamado escape regula el descenso gradual de las pesas, éstas, al descender, impulsan una serie de ruedas dentadas. A medida que el péndulo oscila de un lado a otro, el áncora del escape deja avanzar el engranaje . Esto produce el tictac del reloj. La pesa va bajando hasta que llega a un límite y hay que volverla a subir. Posteriormente, el resorte en espiral sustituye a las pesas.

Alrededor del año 1500 comienza a utilizarse el resorte, que reemplazaba al sistema de pesas y permitía la fabricación de relojes más pequeños, portátiles, y que dio lugar a la realización de bellísimas artesanías y obras de arte de la mecánica y la orfebrería de la época.

Al resorte se agregó el sistema de escape. Si bien hubo varios intentos de realización de escapes, el primero realmente importante, y que sería el comienzo precario del tic tac, fue el escape a varilla que apareció alrededor de 1250, y se lo nombra como "verge and foliot". Consiste en una rueda dentada movida por pesas, esta rueda empuja dos paletas fijadas a una varilla que hace mover a una barra horizontal oscilante, en forma de cruz, en dirección opuesta.

Evoluciona éste sistema al llamado "escape de áncora", y el foliot da lugar al balancín vertical que dará origen al péndulo.



Algunos investigadores opinan que el primer mecanismo de escape fue inventado por el chino I Hing en el año 726. Pero hay diversos tipos de escape: el escape Graham inventado en 1715; el escape de clavijas en 1753 por el francés Amant y perfeccionado por Pierre Caron; el escape de áncora inventado en 1759 por Mudge; y el de áncora y clavijas, en 1798 por el francés Perrón.


El descubrimiento del movimiento isocrónico de las oscilaciones pendulares se hace en 1583. Galileo, en sus últimos años de experimentación, alrededor de 1641, proyectó un reloj de péndulo, que fue terminado por sus continuadores.

El diseño original fue conocido por el físico holandés Juan Cristiano Huygens y descubrió que el péndulo debe describir un arco y no un círculo. La cicloide la señaló entre dos segmentos que delimitan su trayectoria para lograr el perfecto período. Y en 1675 él mismo creó el resorte en espiral regulador, mecanismo muy simple para hacer funcionar los relojes de bolsillo. La forma en espiral ha perdurado hasta la actualidad.

Al comenzar el Siglo XIX, un relojero suizo, Louis Berthoud inventó elcronómetro y fue perfeccionado el sistema de cuerda.

Otro suizo, Louis Philippe, afina los diversos elementos y trabaja con elementos más pequeños, que lo llevan a trabajar con mecanismos de precisión y a la utilización de otros materiales y de nuevas aleaciones para resortes y balancines, para el logro de un punto justo de dureza, inalterabilidad y mínimas variaciones a los efectos externos.

A fines del Siglo XIX, C. E. Guillaume dio otro paso en la evolución de los relojes, inventando el invar y el elivar, logrando nuevas aleaciones en resortes y balancines.


Tipos de relojes


El reloj fue un invento necesario para medir el tiempo. Pero muchos de losrealizados a través del tiempo tuvieron una finalidad de adorno, de joya, de obra artesanal, de elemento que exigían las costumbres, de trabajo de orfebrería, de valioso regalo y más.
En 1542 le regalaron a Guidobaldo della Rovere un reloj de campana encastrado en el pomo de un bastón.

Enrique VIII de Inglaterra usaba un reloj muy pequeño al que se le daba cuerda cada ocho días.

En 1755, Beaumarchais inventó para la Marquesa de Pompadour, un reloj de bolsillo sin llave y que -con la uña- se hacía girar un anillo montado sobre el cuadrante.

En la Francia de los Valois se fabricaban relojitos de bolsillo con formas de almendras o bellotas.

Una clepsidra de un tamaño considerable se halla en la Galería del Claridge en los Campos Elíseos.

En 1933, Cartier creó en 1933 un reloj impermeable (aunque ya Rólex había sacado un modelo en 1926) para el Bajá de Marruecos en metales preciosos. En 1985 hace una fabricación limitada en oro 18 quilates, corona de zafiro, y es impermeable hasta los 100 metros de profundidad.

El primer cuadrante solar, según algunos investigadores, fue inventado en el Siglo VI antes de Cristo, por el griego Anaximandro de Mileto. Aunque otros sostienen que fue inventado por los chinos y los egipcios.
La clepsidra apareció unos 3000 años antes de Cristo, entre los egipcios.
El reloj de Bolsillo: En 1842 el suizo Philippe construye un reloj de bolsillo al que se le puede dar cuerda y accionar las agujas.
La cuerda automática de los relojes de sacudida o de masa fue inventada en 1775 por el relojero francés Perrelet.
Los primeros relojes pulsera con cuerda automática aparecieron en 1924.
El reloj eléctrico fue perfeccionado por el escocés Alexander Bain en 1840.
El reloj de combustión fue un invento usado por los bizantinos para medir el tiempo según la velocidad de combustión de las varas de incienso.
El reloj de pesas es atribuido a Gerbert d'Aurillac (Aprox. 938-1003), que fuera el Papa Silvestre II en 999.
El reloj de péndulo fue creado en 1657, por el astrónomo holandés Christiaan Huygens (1629-1695).
El primer reloj portátil de resorte lo hizo en 1410, el arquitecto florentino Brunelleschi (1377 - 1446). Se inicia el uso de los relojes de péndulo particulares.
Un reloj que habla fue inventado por Ernst Esclangon, quien hizo una demostración al público el 14 de febrero de 1933. En 1987, la Empresa Cítizen inventó otro reloj que habla, y memoriza órdenes (27) que tiene incorporadas, como son número de tarjeta de crédito, de cuenta bancaria, de teléfonos, etc. Responde a la voz de su propietario y es llamado Voice-Master VX-2.
El reloj con diapasón: el diapasón como resonador de un reloj fue usado por primera vez en 1866, por el relojero francés Louis Breguet (1804-1883). En 1954 el ingeniero suizo Hetzel inventa el primer reloj pulsera eléctrico de diapasón..
En los relojes de cuarzo, el diapasón es de dicho material.
El reloj de cuarzo aparece en sus primeras manifestaciones en 1920; pero recién en 1929, el relojero norteamericano Warren Alvin Marrison creó un reloj que funcionaba con un resonador de cuarzo.
Los relojes de cuarzo fueron desarrollados por Lip pero la comercialización la realizó a partir de 1969 la firma Seiko.
En 1988 la empresa Seiko suprime la pila en los relojes de cuarzo y es reemplazada por una dínamo pequeñita que produce la energía que el reloj consume.

El reloj atómico: Los principios en que se basa el reloj atómico fueron enunciados en 1948 por químico norteamericano, Premio Nóbel de Química en 1960, William F. Libby (1908-1980).
El reloj SEMA o reloj de urgencia fue inventado por dos jóvenes de 23 años, en 1988. Ellos son Nathalie Harrault y Philippe Pasquier. En la actualidad este reloj SEMA sirve para cardiacos, diabéticos insulinodependientes, hemofílicos y enfermos que son tratados con anticoagulantes. Da la posibilidad de actuar rápidamente en los casos de urgencias de estas enfermedades a médicos y personal de primeros auxilios. El reloj SEMA es especial, aunque también marca la hora. Tiene informaciones esenciales inscriptas en el reverso de la caja.
Otros relojes curiosos

El reloj pulsera: el francés Louis Cartier inventó en 1904 un reloj pulsera para ser usado por el aviador Santos-Dumont.
Alrededor del mismo año 1904, el fundador de Rólex, el suizo Hans Wilsdorf realizó el invento por su parte. Y se impuso rápidamente por su comodidad. En 1910, Rólex perfeccionó el cronómetro de pulsera.
El primer reloj impermeable: fabricado por Rólex en 1926, logran hacer una caja totalmente impermeable, llamándolo Oyster (cerrado como una ostra).
El primer reloj sumergible, denominado el "submariner", fue desarrollado por la firma Rólex en 1953.

En 1971 fabrica esta misma empresa el Sea-Dweller, también sumergible, pero con una válvula de helio y garantizado hasta los 610 metros de profundidad.
El reloj lunar, espacial o todo terreno: el moon watch inventado por Omega en 1965 es el que usan a partir de esa fecha los astronautas de la NASA. Dicho reloj calcula la velocidad de un vehículo, mide el ritmo cardíaco, y varias utilidades más.
En 1988 fue usado el reloj creado por la sociedad francesa Yema, para Jean-Loup Chrètien para ser usado en la misión franco-soviética Aragatz. Está hecho totalmente de titanio y se denomina Espacionauta III.
Un reloj para las mareas realizado en cuarzo, fue inventado en 1988 por la norteamericana Ira Krieger y el suizo Francis Bourquín. Indica la hora de las mareas.
El reloj más caro y también el más complicado fue el que realizó el relojero suizo Patek Philippe para celebrar el sesquicentenario de su fundación. Le llevó 9 años de trabajo y perfeccionamiento, tiene 33 funciones diferentes y está calculado su precio cercano a los diez millones de francos suizos.
Un reloj islámico fue inventado por Tricom en 1987, tiene 9 cuadrantes, uno principal y 8 secundarios; indica el levante, el poniente, el zénit, las horas de las cinco plegarias en las próximas décadas. Tiene una voz sintetizada que anuncia el almuecín y una brújula que señala la dirección de la Meca.
El reloj-Televisión fue perfeccionado en 1984 por Seiko. Es un reloj pulsera cuya pantalla mide 2,04 cm y fue vendido solamente en Japón.
El reloj Swatch es el invento realizado por los suizos Ernst Thomke,Jacques Müller y Elmar Mock, de la división relojería de SMH. Es un reloj vendido en Suiza y EUA en 1982. Era impermeable hasta los 30 metros de profundidad. Tenía un año de garantía para el reloj y tres la pila; pero es un reloj descartable, que no se repara y está montado directamente en la caja. se vendieron unos 25 millones de Swatch.
El reloj Génitron se había instalado en París, en la fachada del Centro Cultural George Pompidou, para realizar durante 13 años la cuenta regresiva hacia el año 2000. Era más preciso que el reloj de cuarzo, tenía un margen de error inferior a 1/100.000 de segundo. Estaba comandado a distancia por un reloj atómico.
El reloj que solicita asistencia: fue creado en 1988 por la Empresa sueca Electrolux un reloj electrónico pulsera emisor para convalecientes y solitarios, enchufado a la línea telefónica. Ante señales de peligro, el reloj llamado Dialog marca un número telefónico que se halla en la memoria del receptor y se realiza la asistencia a domicilio.



325.- Valentina Tereshkova



Valentina Tereshkova


Nació en Máslennikovo, un pequeño pueblo del óblast de Yaroslavl, en la actual Rusia. Tras abandonar la escuela, trabajó en una fábrica de neumáticos y más tarde estudió ingeniería. También practicó paracaidismo. En 1962 fue seleccionada para su ingreso en el cuerpo femenino de cosmonautas. De entre más de cuatrocientas candidatas, cinco fueron seleccionadas: Tatiana Kuznetsova, Irina Soloviova, Zhanna Yérkina, Valentina Ponomariova y Tereshkova.
El 16 de junio de 1963, a la edad de 26 años y a bordo del Vostok 6, se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio. Su nombre en clave durante la misión fue Chaika (gaviota en castellano, Чайка en ruso). Serguéi Koroliov estaba descontento con el comportamiento de Tereshkova en órbita y no se le permitió tomar el control manual de la nave, tal y como estaba planeado. Aunque estaban previstos más vuelos en los que participaran mujeres, pasaron 19 años hasta que otra mujer, Svetlana Savítskaya, viajara al espacio.


Ninguna de las otras cuatro cosmonautas del grupo de Tereshkova viajó al espacio.
Tras la misión espacial estudió en la Academia de la Fuerza Aérea de Zhukovski, y se graduó como ingeniera espacial en 1969. Ese mismo año, el grupo de cosmonautas femenino fue disuelto. En 1977 recibió el doctorado en ingeniería. Debido a su prominencia desempeñó diversos cargos políticos: de 1966 a 1974 fue miembro del Soviet Supremo, de 1974 a 1989 formó parte del Presidium del Soviet Supremo, y de 1969 a 1991 perteneció al Comité Central del Partido Comunista. En 1997 se retiró de la fuerza aérea y del cuerpo de cosmonautas.

El 3 de noviembre de 1963 contrajo matrimonio con el cosmonauta Andrián Nikoláyev (1929-2004) y un año más tarde dio a luz a su hija Elena (1964), quien es ahora doctora en medicina. Valentina se divorció de su primer marido en 1982. Su segundo marido, el Dr. Shapóshnikov, murió en 1999.




324.- Marie Curie





Marie Curie

Marie Salomea Skłodowska Curie, conocida habitualmente como Marie Curie (Varsovia, Zarato de Polonia, 7 de noviembre de 1867 - Passy, Francia, 4 de julio de 1934), fue una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radiactividad, fue, entre otros méritos, la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.
Nació en Varsovia (Zarato de Polonia, Imperio ruso), donde vivió hasta los 24 años. En 1891 se trasladó a París para continuar sus estudios. Fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia. Estuvo casada con el físico Pierre Curie y fue madre de Irène Joliot-Curie (también galardonada con el Premio Nobel, junto a su marido Frédéric Joliot-Curie), y de Eva Curie.

Infancia

Marie Skłodowska nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia. Era la quinta hija de Władysław Skłodowski, profesor de enseñanzas medias en Física y Matemáticas al igual que su abuelo, y de Bronisława Boguska, quien fue maestra, pianista y cantante.
Marie era la menor de cinco hijos: Zofia (1862), Józef (1863), Bronisława (1865), Helena (1866) y finalmente ella, Marie (1867).
En aquel tiempo, la mayor parte de Polonia estaba ocupada por Rusia, que, tras varias revueltas nacionalistas sofocadas violentamente, había impuesto su lengua y sus costumbres. Junto con su hermana Helena, Marie asistía a clases clandestinas ofrecidas en un pensionado en las que se enseñaba la cultura polaca.
Sus primeros años estuvieron marcados por la penosa muerte de su hermana Zofia como consecuencia del tifus y, dos años más tarde, la de su madre a causa de una tuberculosis. Esos eventos hicieron que Marie dejara la religión católica romana y se volviera agnóstica.
Entre sus intereses destacaba la pasión por la lectura (Marie mostró su afición por la lectura a los cuatro años, edad a la que ya leía perfectamente), especialmente sobre historia natural y física. En la Secundaria fue siempre la primera alumna de su clase, y se destacó por influir en sus compañeras el entusiasmo por el trabajo. Polaco, ruso, alemán y francés eran algunas de las lenguas que Marie dominaba. Más adelante se interesaría por la Física y se graduaría a los 15 años.

Primeros años en Francia

En 1891 Marie se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona. A partir de ese momento, Marie pasó a llamarse Marie Sklodowska. A pesar de tener una sólida base cultural adquirida de forma autodidacta, Marie tuvo que esforzarse para mejorar sus conocimientos de francés, matemáticas y física, para estar al nivel de sus compañeros.
En 1893 consigue la licenciatura de Física y obtiene el primer puesto de su promoción; en 1894 también se licencia en Matemáticas, la segunda de su promoción. Para financiarse sus estudios de matemáticas, Marie aceptó una beca de la Fundación Alexandrowitch, que le fue otorgada gracias a una conocida llamada Jadwiga Dydyńska. El dinero de la beca (600 rublos) fue restituido por Marie más tarde. En 1894 también conoce al que sería su marido, Pierre Curie, que era profesor de Física. Los dos empiezan a trabajar juntos en los laboratorios y al año siguiente Pierre se declara a Marie, casándose el 26 de julio, en una boda sencilla en la que les dieron algo de dinero. Con este dinero se compraron dos bicicletas y se pasaron todo el verano viajando por Francia con ellas, hospedándose en fondas y comiendo poco. Su matrimonio duraría, hasta la trágica muerte de Pierre, un total de once años. En 1895 se descubrieron los rayos X y en 1896 se descubre la radiactividad natural. Marie es animada por Pierre para que haga su tesis doctoral sobre este último descubrimiento.

El doctorado

Tras una doble titulación, el siguiente reto era la obtención del doctorado. Hasta ese momento, la única mujer que había logrado doctorarse era la alemana Elsa Neumann.

Retrato de 1903.

El primer paso era la elección del tema de su tesis. Tras analizarlo con su marido, ambos decidieron centrarse en los trabajos del físico Henri Becquerel, que había descubierto que las sales de uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida. Este trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los rayos X por parte del físico Wilhelm Röntgen. Marie Curie se interesó por estos trabajos y, con la ayuda de su esposo, decidió investigar la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio.
Dirigida por el propio Becquerel, el 25 de junio de 1903 Marie defendió su tesis doctoral, titulada Investigaciones sobre las sustancias radiactivas, ante un tribunal presidido por el físico Gabriel Lippmann. Obtuvo el doctorado y la mención cum laude.

La cátedra de Física

Tras la muerte de su esposo en 1906, Marie obtuvo la cátedra de Física en la Sorbona que había sido otorgada a Pierre en 1904.
El 15 de noviembre de 1906 Marie Curie dio su primera lección. La expectación era máxima, ya que se trataba de la primera vez que una mujer impartía una clase en la universidad. Allí acudió un gran número de personas; muchas de ellas ni siquiera eran estudiantes. En aquella primera sesión, Marie habló sobre la radiactividad.

Estudio de la radiactividad

Marie y Pierre estudiaron las hojas radiactivas, en particular el uranio en forma de pechblenda, que tenía la curiosa propiedad de ser más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. La explicación lógica fue suponer que la pechblenda contenía trozos de algún elemento mucho más radiactivo que el uranio.
También descubren que el torio podía producir radiactividad. Tras varios años de trabajo constante, a través de la concentración de varias clases de pechblenda, aislaron dos nuevos elementos químicos. El primero, en 1898, fue nombrado como polonio en referencia a su país nativo. Polonia había sido particionado en el s. XVIII entre Rusia, Prusia y Austria, y la esperanza de Skłodowska-Curie fue nombrar al elemento con su país nativo para atraer la atención hacia su pérdida de independencia. El polonio fue el primer elemento químico que recibió su nombre por razones políticas. El otro elemento fue llamado Radio (Ra) debido a su intensa radiactividad. Siempre trabajaron en estos años en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar todos los medios y artilugios para que Marie trabajara. Pierre tenía temporadas de una gran fatiga que incluso le obligaba a reposar en cama, además de que los dos sufrían quemaduras y llagas producidas por sus peligrosos trabajos radiactivos.


El Lab de la calle Krakowskie Przedmieście 66, cerca del viejo centro de Varsovia. 1890–91. María Skłodowska hizo allí su primeros estudios

Poco después Marie obtuvo un gramo de cloruro de radio, lo que consiguió tras manipular hasta ocho toneladas de pechblenda. En 1902 presentan el resultado y les invitan a todas las sedes científicas, y a todas las cenas y reuniones sociales, lo que les lleva a la fama. Los científicos les mandaban cartas y los estadounidenses les pedían que dieran a conocer todos sus descubrimientos. Tanto Pierre como Marie aceptan y prestan todas sus investigaciones sin querer lucrarse de ello mediante patentes, un hecho que es aplaudido por todo el mundo.

Premios Nobel



Marie y Pierre Curie en su laboratorio de París.

El diploma del Premio Nobel de Física que recibió en 1903.

El diploma del Premio Nobel de Química que recibió en 1911.

Monumento, Varsovia, 1935

Junto con Henri Becquerel y Pierre Curie, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física en 1903, "en reconocimiento de los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel" Fue la primera mujer que obtuvo tal galardón. Recibieron por él 15.000 dólares, una parte de los cuales la utilizaron para hacer regalos a sus familias y comprarse una bañera. Poco después, en 1904, Pierre se consolidó como profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Sorbona (donde ya enseñaba desde 1900). La fama les abrumó y se concentraron en sus trabajos. En el mismo año tuvieron a su segunda hija, Ève, tras sufrir Marie un aborto, probablemente producido por la radiactividad.
El 19 de abril de 1906 ocurrió una tragedia: Pierre fue atropellado por un carruaje de seis toneladas, y murió sin que nada se pudiera hacer por él. Marie quedó muy afectada, pero quería seguir con sus trabajos y rechazó una pensión vitalicia. Además asumió la cátedra de su marido, y fue la primera mujer en dar clases en la universidad en los 650 años transcurridos desde su fundación.
En 1910 demostró que se podía obtener un gramo de radio puro. Al año siguiente recibió en solitario el Premio Nobel de Química «en reconocimiento de sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo abierto a la investigación de toda la comunidad científica.
Marie Curie fue la primera persona a la que se le concedieron dos Premios Nobel en dos diferentes campos. La otra persona que lo ha obtenido hasta el presente es Linus Pauling (Química y Paz). Dos premios Nobel en el mismo campo lo han obtenido John Bardeen (Física) y Frederick Sanger (Química). Marie Curie presidió, por otra parte, el Instituto del Radio y trabajó en el gran laboratorio Curie. Tiempo después de la muerte de su marido, inició una relación de pareja con el físico Paul Langevin, quien estaba casado, lo que generó un escándalo periodístico con tintes xenófobos.

Etapa final de su vida

Durante la Primera Guerra Mundial Curie propuso el uso de la radiografía móvil para el tratamiento de soldados heridos. El coche llevaba el nombre de Petit Curie. Su hija Irène empieza a ayudarla con 18 años. El gramo de radio lo dona a la investigación científica; luego le darían otro que también donaría al Instituto del Radio de Varsovia. En 1921 visitó los Estados Unidos, donde fue recibida triunfalmente. El motivo del viaje era recaudar fondos para la investigación. En sus últimos años fue asediada por muchos físicos y productores de cosméticos, que usaron material radiactivo sin precauciones.

Muerte, e ingreso en el Panteón de París

Sólo unos meses más tarde de su última visita a Polonia, en la primavera de 1934, Curie, después de quedarse ciega, murió, el 4 de julio de 1934, en la Clínica Sancellemoz, cerca de Passy (Alta Saboya, Francia), a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos, y cuyos nocivos efectos eran aún desconocidos. Fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, pocos kilómetros al sur de París.
Sesenta años después, en 1995, sus restos fueron trasladados, junto con los de Pierre, al Panteón de París. En el discurso pronunciado en la ceremonia solemne de ingreso, el 20 de abril de 1995, el entonces Presidente de la República, François Mitterand, dirigiéndose especialmente a sus nietos y bisnietos, destacó que Marie, que había sido la primera mujer francesa en ser doctora en Ciencias, en profesar en la Sorbona, y también en recibir un Premio Nobel, lo era nuevamente al reposar en el famoso Panteón por sus propios méritos (en lo que sigue siendo la única al día de hoy ).
Su hija mayor, Irène Joliot-Curie (1897–1956), también obtuvo el Premio Nobel de Química, en 1935, un año después de la muerte de su madre, por su descubrimiento de la radiactividad artificial. La segunda y longeva hija del matrimonio, Ève (Eva Curie, 1904–2007), periodista, pianista y activista por la infancia, fue el único miembro de la familia que no se dedicó a la ciencia. Escribió una biografía de su madre, Madame Curie, que se publicó simultáneamente en Francia, Inglaterra, Italia España, Estados Unidos y otros países en 1937, y fue un best-seller, aunque en los últimos años se le ha criticado el haberla edulcorado, omitiendo detalles importantes como la relación de Marie, ya viuda, con un antiguo alumno de su marido, el casado Paul Langevin, o los muchos problemas e insultos que Marie tuvo que soportar a causa de algunos importantes círculos científicos franceses, y de cierta prensa sensacionalista.

Legado en la cultura popular

Durante un período de hiperinflación durate los años 1990 en Polonia (su país natal) su efigie estaba impresa en los billetes de 20.000 zloty. Además de la exitosa biografía escrita por su hija Eva Curie en 1937 (publicada en español dentro de la colección Austral), en 1943 se hizo una película biográfica a partir de ella, dirigida por Mervyn LeRoy. En 1997 el director de cine francés Claude Pinoteau estrenó otra película, Les palmes de M. Schutz (conocida en español como Los méritos de Madame Curie), en la que se relata su vida desde que conoce a su marido hasta el descubrimiento del radio.




323.- Vida de María Sabina



Vida de María Sabina


Chamana que nació el 25 de marzo de 1894 en Huautla de Juárez, Oaxaca, México.
Desciende de unos antepasados mazatecos que dominaban la medicina tradicional, la botánica y las artes de la curación por el bálsamo del canto y del lenguaje.

Sus padres fueron María Concepción y Crisanto Feliciano. Su bisabuelo Pedro Feliciano, su abuelo Juan Feliciano y su padre fueron notables curanderos como ella, más nunca conoció a ninguno de los tres.
Al quedar huérfana de padre, vivió con los abuelos maternos junto con su madre y su hermana menor María Ana.
Su infancia dice fue dura, se vivía entre el hambre y el frío. Desde corta edad ya ayudaba a la cría de gusanos de seda, de pollos, de cabras, siembra del maíz y del frijol, aprendió a coser, lavar y otras labores del hogar.
En una ocasión que fue a desenredar la cuerda de una cabra que había quedado atrapada, se encontró con unos hongos de blanco puro, al probarlos su vida cambió por completo, puesto que se sumergió en una experiencia sin igual que años después compartiría con tanta gente, dándole gran popularidad a nivel nacional e internacional.
A los 14 años, su madre la dio en matrimonio a Serapio Martínez, según la costumbre de la época. Al nacer su primer hijo, Serapio se fue a la revolución y después de un tiempo regresó. Luego tuvo tres hijos y quedó viuda después de seis años. Se volvió a casar quedando viuda por segunda vez.

Ella sola se hizo cargo de su madre y sus hijos, trabajó en el campo y en la venta ambulante.
A la edad de 40 años se convirtió en Chaman tras montar un potro blanco que la desafió a que lo hiciera, una experiencia que marca su entrada a la vida espiritual.




Sabina y los "Niños Santos"


Sin haber olvidado ese viaje provocado por aquellos hongos blanquecinos, se valió de ellos para curar a su hermana, tal suceso se extendió a tal grado que llegó hasta el extranjero.
Con respecto a esos hongos o niños santos como ella los llamaba decía: "Los niños santos curan las llagas, las heridas del espíritu. Los niños se toman de noche; para esto se celebra la velada frente a imágenes de santos de la iglesia".

Las curaciones que María hacía a través de cultos y la aportación de esos hongos, llegan a oídos de un banquero estadounidense. "Los milagros" de María como los llamaban la gente del Pueblo oaxaqueño despertaron la curiosidad de Wasson y su esposa Valentina Pavlovna.


En junio de 1955, R. Gordon Wasson, investigador etnomicólogo (estudio de los hongos) asistió por primera vez a una velada cantada por María Sabina en Huautla, y a invitación de ella ingirió los hongos divinos quedando pasmado.

Luego de su visita dio a conocer su nombre, al citarla profusamente en revistas, tratados médicos y en varios artículos científicos sobre los hongos alucinógenos.
Escribió libros como "The Wondrous Mushroom" y Russia and history, asi como la edición de un disco que registra los cantos de Sabina durante una ceremonia ("Mushroom Ceremony of the Mazatech Indians of Mexico", 1957. Smithsonian Folkways Recordings.


Con la ayuda de Robert Heim, entonces director del Museo de Historia Natural de París, y del científico Albert Hofmann, descubridor del LSD, entre otros; R. Gordon Wasson y "a partir de las instrucciones de María Sabina" logró rescatar de los hongos los principios activos llamados hoy "psilocibina" y "psilocina", bautizados por Wasson como "enteógenos" ("Dios dentro de nosotros").

Con el doctor Aurelio Cerletti y Jean Delay se dieron las primeras aplicaciones de estas sustancias en la medicina psiquiátrica después de 1970.

Por otro lado, durante los años 60s surgieron importantes movimientos sociales como los "hippies", gente que se caracterizaba por su estilo psicodélico y lleno de colorido que estaban inspirados por drogas alucinógenas como el ácido lisérgico (LSD).

Cuando Wasson saca a María del misterio comenzó el aniquilamiento al perderse el secreto; ya no sólo los hippies invadían su territorio, también jóvenes de las clases adineradas de América iban hacia las montañas en busca de un éxtasis provocado por esos hongos.

Incluso grandes celebridades de la música como los Rolling Stones, los Beatles, Jim Morrison y Bob Dylan fueron a verla con la intención de probarlos.

A tal grado llegó su fama que dirigía ceremonias espirituales (donde mezclaba los conocimientos prehispánicos con la influencia de la corriente católica) que duraban hasta 6 horas y eran dirigidas para más 30 personas en su mayoría universitarios.





La fama de María Sabina

Entre los tantos trabajos que se realizaron sobre María Sabina se encuentran el documental de1979 titulado "María Sabina La mujer Espíritu", teniéndola por supuesto como protagonista y con relatos de Andrés Henestrosa. Éste es el retrato cinematográfico de una de las más famosas curanderas de México dirigido por Nicolas Echevarria.

En 1980 se publicó un trabajo editado por Hilda O'Farrill de Compeán para la revista VOGUE. El autor de este trabajo fue Waldemar Verdugo Fuentes quien realizó una serie de entrevistas sobre varios personajes como María Luisa Bombal, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y María Sabina; personas que según Verdugo fuentes tenían algo en común :Humildad; a tal recopilación se le llamó "Magos de América" y las fotografías fueron aportación de Nadine Markova

De igual manera ha sido inspiración para la música, pues una banda de rock mexicana le rinde tributo al nombrarse Santa Sabina.

El Tri de Lora le dedicó una canción donde la proclama como "un símbolo de la sabiduría y el amor".

Luzmila Carpio, cantante de música folklórica boliviana le dedico la canción "Homenaje a María Sabina".

Por su parte, el escritor español Camilo José Cela le dedicó un oratorio y Gabriel Zaid la incluye en la primera edición de su Ómnibus de poesía mexicana.
Álvaro Estrada escribió un libro biográfico titulado "Vida de María Sabina, la sabia de los hongos" que fue publicado en 1977 y hasta la fecha lleva catorce ediciones.




Últimos días de María Sabina

Como su nombre se mencionaba en variedad de proyectos, su fama crecía aceleradamente aunque no en el modo en que hubiera querido, pues independientemente de los aportes que hizo para la medicina psiquiátrica; sus ceremonias eran algo sagrado, único; en cambio para la gente que la visitaba sólo significaba curiosidad y hasta en determinado momento moda, aun así nunca se opuso a que la conocieran y siempre se mostró como una mujer sencilla, humilde y poseedora de una gran energía que inmediatamente era percibida por quienes se encontraban a su alrededor.

Fue una mujer fuerte que supo sacar adelante a su familia con el producto de su trabajo; ella no necesitaba y ni le interesaba obtener provecho de su conocimiento, aún siendo una curandera de gran prestigio vivió con lo necesario.

Enferma de cirrosis y bronconeumonía entre otros males, queda postrada en una cama de donde ya no se vuelve a levantar. Muere un 22 de noviembre de 1985 en Huautla de Juárez, Oaxaca, México.

Ya desde años atrás estuvo acompañada de Juan García Carrera, su biógrafo, traductor (ya que hablaba puro mazateco) y administrador.

Antes de morir su deseo era donar su casa a la iglesia pero los desacuerdos entre sus familiares se lo impidieron.

Finalmente su familia se quedó con su humilde hogar. Gracias a la popularidad que por ella alcanzó el pueblo, su casa queda en manos de sus nietos quienes por cierta cantidad permiten que os turistas la visiten.

Todavía las montañas oaxaqueñas se llenan de gente durante los meses de junio a agosto, tiempo en que brotan los hongos.

En el pueblo locales comerciales y hasta un hotel lleva su nombre, los taxis tienen impresa su leyenda y se venden camisetas con su imagen.


322.- Batallón Abraham Lincoln




Batallón Abraham Lincoln

El Batallón Abraham Lincoln, a veces erróneamente llamado Brigada Abraham Lincoln, fue una organización de voluntarios provenientes de Estados Unidos que integraron unidades de las Brigadas Internacionales en apoyo de la Segunda República Española durante la Guerra Civil. Por extensión se denominó Brigada Lincoln a todas las fuerzas provenientes de Estados Unidos integradas en la XV Brigada. La mayoría de sus componentes eran miembros del Partido Comunista de los Estados Unidos o afiliados a otras organizaciones obreras de inspiración socialista.

Historial

A diferencia de otros brigadistas, cuyo «cuartel general» se estableció en Albacete, los norteamericanos se concentraron a partir de 1936 en Figueras (Gerona) continuando su instrucción con el resto de los brigadistas de otras naciones en Albacete y quedando acuartelados en Tarazona de la Mancha y Villanueva de la Jara. En los comienzos su instrucción militar fue pobre e improvisada y, con comandantes como Robert Hale Merriman y Oliver Law, adolecieron de una falta de liderazgo militarmente competente hasta que Steve Nelson se hizo cargo de la unidad. En febrero de 1937 contaba con 450 miembros, llegando al final de la contienda a 2.500 aproximadamente.
Durante la guerra, la Brigada Lincoln participó en la Batalla del Jarama, defendiendo las comunicaciones entre Valencia y Madrid. También estuvieron presentes en las batallas de Brunete, Belchite y Teruel. En España el Batallón Lincoln fue apreciado como uno más, pero en Estados Unidos fue considerado como un símbolo romántico de la lucha contra la desigualdad y la opresión fascista, y catalizó buena parte de la campaña a favor de la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.


Veteranos de la Brigada Lincoln en una celebración el 1 de enero de 2002.

No obstante, al final de la guerra civil fueron acusados de «simpatizantes de la Unión Soviética» y, durante la Caza de Brujas tras la Segunda Guerra Mundial en la que se persiguió a cualquier sospechoso de ser simpatizante del marxismo, fueron considerados un «peligro» para la seguridad nacional por parte del gobierno estadounidense.


lunes, 30 de enero de 2012

321.- Adiós a Theo Angelopoulos





Adiós a Theo Angelopoulos
(1935-2012).

Un poeta de la imagen y de la palabra


Por Pepe Gutiérrez-Álvarez

"Σας εύχομαι υγεια και ευτυχια αλλα δεν μπορω να κανω το ταξιδι σας. Ειμαι επισκεπτης.
Το καθε τι που αγγιζω με ποναει πραγματικα, κι'έπειτα δεν μου ανηκει." (Theo Angelopoulos)'...
"Os deseo salud y suerte, pero no puedo hacer vuestro viaje. Soy un visitante. Todo lo que toco me duele realmente, y después no me pertenece." Theo Angelopoulos



El accidente que ha acabado con la vida de Theo Angelopoulos es, en verdad, una auténtica tragedia. El que ha sido por excelencia el mayor (por no decir el único) gran representante del cine griego, ha muerto antes de realizar su película inspirada en la deudocracia, un tema en el que el que estaba trabajando porque siendo un antisistema, ahora estaba más claro que nunca donde radicaba el mal social, el motivo de la mayor tragedia griega desde la II Guerra Mundial. Theo lo tenía claro, y lo dejo dicho en una entrevista: “Ahora más que nunca el mundo necesita cine. Puede que sea la última forma de resistencia ante el deteriorado mundo en el que vivimos. Al tratar de fronteras, límites, la mezcla de idiomas y de culturas, intento buscar un nuevo humanismo”.

Desde que rodó su primer largometraje, Reconstrucción, en 1970, Angelopoulos se había convertido en uno de los referentes de un cine sobre crisis de las izquierdas en el siglo XX, en un autor de “arte y ensayo” que nos contaba con parsimonia historias que se fundían con el mito, y siempre con un aliento libertario intenso, el mismo que convertía a sus películas en obras abiertas a gente que lo descubrían. Es curioso, siendo un director minoritario, Angelopoulos realizó películas que pasaron a contarse entre las favoritas del personal que lo descubría. Fue una pasión de muchos y muchas, sobre todo con películas como La mirada de Ulises (1995), una de las evocaciones poéticas más intensa y certeras que se hayan hecho sobre lo que se ha venido a llamar “la muerte del comunismo”. Los amigos y amigas que estén interesado en “la mirada de Theo Angelopoulos”, deben de buscar un número lejano de la formidable revista donostiarra Nosferatu que le dedicó un número entero, y reunió a los principales especialistas hispanos sobre el gran cineasta griego, el único que nos ha llegado aquí después de Jules Dassin, posiblemente hoy olvidado pero que por su vida y su obra merecería de revindicado.

Autor premiado donde los haya, Theo descubrió su vocación por el cine a finales de la década de los sesenta, justo después de haber mandado al garete su carrera de abogado y licenciarse en Literatura en París, ciudad donde se apuntó a una escuela de cine hasta que decidió regresar a Grecia para dedicarse al periodismo, tarea que cumplió como crítico de cine en el diario Demokratiki Allaghi. En esas estaba cuando los coroneles al servicio de sus majestad Constantino (hijo de Federica de Grecia, que llegó a militar en las filas nazis) dieron el golpe de estado en 1967 y, no hay que decirlo, tal periódico fue clausurado.
Fue entonces cuando optó por el cine. “En mi infancia, yo iba a las salas como a una fiesta, con amigos, vecinos... Era una acción social, surgían amigos, amores... La televisión destruyó todo ese tejido social, porque la ves solo”, recordaba él mismo en Madrid, cuando en el 2008 asistió al estreno del documental Un lugar en el cine, del valisoletano Alberto Morais, un trabajo nos habla de la resistencia cinematográfica entendida a través del compromiso y el diálogo con la Historia, y está vertebrada a partir de tres cineastas, uno de ellos, es el propio Theo, que emprende un viaje desde Atenas hasta Ostia, la playa romana donde Pier Paolo Pasolini fue asesinado. En otro ámbito, en una estación de tren en España, Víctor Erice se acerca en la distancia a través de una entrevista. Una vez en Italia la cámara nos acerca a Tonino Guerra, Ninetto Davoli y Nico Naldini. Ellos cerrarán, a modo de voz desaparecida de Pasolini, (del que se acaba de editar Pasolini y la cultura española, obra de la dramaturga y escritora Francesca Falchi) el triángulo histórico y cinematográfico que componen nuestros tres cineastas.

Angelopoulos siempre se tomó su tiempo, echaba en falta los tiempos en los que películas de tres horas eran sucesos, algo que ya queda reservado para muy pocos. Para él el cine es un acto pedagógico: “Tanto en general como en que en las escuelas se vea cine, se hable de cine, se enseñe a ver cine”. Pero el caso es que, a pesar de su dilatada duración, de la lentitud en que transcurrían sus historias, Theo pudo realizar una obra casi a su medida, apuestas tan desafiantes como la trilogía conformada por Días del 36 (1972), El viaje de los comediantes (1975), y Los cazadores (1977), una evocación de la tragedia social griega desde los años treinta a los setenta, y de las que, en no poca medida, La mirada de Ulises venía a ser como un epílogo. El reconocimiento internacional le granjeó un nombre en el cine resistente europeo, sobre cuya continuidad mantenía sus dudas.

En los ochenta su cine se hizo menos subrayado. Es la época de Viaje a Cythera (1984) o Paisaje en la niebla (1988), obras que se estrenaron aquí casi de tapadillos y que algunos pudimos disfrutar antes del video a través del programa de cine de vanguardia que ofrecía TV2 alrededor de las 23 horas. En los noventa llegó a los cines La mirada de Ulises con sus aureola de premios y en un tiempo en el que la resistencia se manifestaba muy especialmente convirtiendo en éxito el cine de Loach, Mike Leigh, Tavernier, Aristaráin, y otros, y La eternidad y un día (1998), con Bruno Ganz, obras que pudimos ya disfrutar con los revisionados en DVD. No fue hasta el año 2004 cuando pudo comenzar otra trilogía iniciada con Eleni. Regresaba el Theo airado hablando de la inmigración como lo harían otros grandes cineastas (el último Aki Kaurismaki), una problemática que tenía la virtud de iluminar sobre las miserias de la globalización, y el “declive de la fraternidad” de la que nos escribía con desgarro Toni Doménech. Cuatro años más tarde, El polvo del tiempo, con Willem Dafoe como un cineasta yanki que siguiendo la estela de Kazan, rodaba un filme sobre sus padres, griegos. Angelopoulos ha dejado inconclusa su última trilogía, y mientras esperamos a ver como ha quedado lo que estaba haciendo, no estará mal que volviéramos a descubrir su enorme legado. Un legado marxista bañado por un subterráneo anarquismo, el mismo que Richard Porton creyó entrever en su monumental Alejandro el Grande.


http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/?x=4789




UN POEMA de Theo Angelopoulos: 

Olvidadme en el mar.

Os deseo salud y felicidad pero no puedo hacer vuestro viaje
Soy un visitante
Cada cosa que rozo me duele de verdad
y además no me pertenece
Aparece alguien para decir «es mía»
Nada mío tengo había dicho en otro tiempo con fatuidad
Ahora entiendo que la nada es nada
Que ni siquiera nombre tengo
Y que he de buscar uno de cuando en cuando
Dadme un sitio que mirar
Olvidadme en el mar
Os deseo salud y felicidad.

(poema inédito de Theo Angelopoulos)

Traducción Mario Domínguez Parra.