lunes, 9 de enero de 2012

225.- Correspondencia entre Salvador de Madariaga y Gregorio Marañón



Correspondencia entre Salvador de Madariaga 
y Gregorio Marañón

La correspondencia entre Salvador de Madariaga y Gregorio Marañón, el coruñés nervioso, inquieto, cosmopolita, liberal insobornable; y el doctor, de talante y expresión habitualmente más moderados, de emociones contenidas, aunque no siempre, más inclinado al matiz que a la confrontación polémica, resulta de un subido interés. Y éste radica en que Madariaga y Marañón se quieren, respetan y admiran profundamente. Y discuten. ¿De qué discuten? Como puede suponerse, de política.

Don Salvador ve siempre la situación política española desde fuera, no sólo porque geográficamente lo está, sino porque encuadra siempre los hechos en un marco internacional, producto de su propia experiencia europea. En cambio, don Gregorio ve y siente las cosas siempre desde dentro, aunque siga en su exilio de París. Y con una pasión española que llega a alterar su serenidad en algún momento; mientras que Madariaga -que no quiere menos a España- considera los hechos desde una mayor distancia sentimental y política. Así, Marañón echa en cara a Madariaga su exceso de credulidad ante propagandas más que sospechosas, mientras que el segundo reprocha al primero una sobra de optimismo o de estima por el general que se prevé vencedor en la guerra civil. Sin que deba olvidarse, por cierto, que Marañón reduce su valoración del general Franco a su valía militar. Lo comprobará quien lea con atención, e intención, este conjunto epistolar.

Diría Madariaga años más tarde que Marañón había sido uno de los españoles más libres de envidia que había conocido; y que su condición de hombre guiado siempre por un sentido de responsabilidad civil y política, pero que carecía de vocación política, le había llevado siempre a poner su coherencia personal y su lealtad moral por encima de cualquier compromiso, enemistándose así con quienes pensaban que había que aceptar a ciegas los dogmas de cualquier ideología. Como no podía vivir sin España, regresó en cuanto consideró que las circunstancias se lo permitían. Según Madariaga, volvió a su habitual serenidad. No sabía si su amigo había vuelto también a la paz de su ánimo. Se inclinaba a pensar que no. Salvador de Madariaga prefirió no regresar hasta muchos años después. Demasiado inquieto, viajero y “emigrante”, siguió haciendo resonar su voz, desde fuera, una y otra vez con aquello de: “General, márchese usted”. Ambos amigos estaban en su perfecto derecho.

Francisco PéREZ




“Los otros asesinados son tanto como Lorca”

14 bis r. Marbeuf 26-II-38

Querido Salvador: le agradezco mucho las primicias de los versos a Lorca. Me parecen admirables, superiores a los de Unamuno, que tanto me gustaron. Me alegro que los haya hecho. Siento que los publique. Es inevitable, a pesar de la devoción con que están sentidos y escritos, que tengan un sentido político. Y el sentido político de esta tragedia, nosotros debemos lavarlo, con amor infinito en la fuente de los muertos. Maeztu, o [el periodista Manuel] Bueno, o cualquiera de los otros asesinados son humanamente, (aunque no literariamente) tanto como Lorca y quisiéramos que durmieran para siempre en paz : en la paz de los vivos, que la de ellos está por encima de todas nuestras pasiones. No tenía noticias de Vd. Me figuro su actividad implacable. Nuestros amigos, o conocidos me preguntan por sus señas y andanzas.
Por aquí, de los dos bandos, vienen vientos que concuerdan en una posible proximidad del fin de nuestra tragedia. No se atreve uno a creerlo; y, sin embargo, un día será; y muy pocos días después, nos parecerá a todos, incluso a los que más han sufrido, un plazo breve, ante la magnitud de su trascendencia. ¡Cuántas cosas serán ruinas más perennes que las de Oviedo o las de Teruel!
Un abrazo fuerte de

Gregorio MARAñóN

Mabel ni se inmutó con el proyecto de medalla que Vd. le propone. Los jóvenes no son como nosotros. No ven más que el anverso de las cosas y no el reverso. Por eso son más fuertes. Tanto más cuanto que en este caso, el anverso es un grito eterno ¡arriba España! y el reverso, algo tan perecedero como P.S.R.; mejor, no obstante, que todos los ministros de Instrucción Pública de la República, excepto Vd.

“Espero que tengamos más discusiones”






1938

Domingo 15

Querido Gregorio,
Le aseguro que no había en mi ánimo nada de nada que hiciese necesaria su carta. Discusiones a mayor o menor temperatura hemos tenido muchas y espero que tengamos muchas más en el porvenir. ¿Con quién mejor que con usted? Así pues tranquilice Vd. a esa casa de tanta amistad y tanto afecto.
Mi posición es muy clara:

1º No se puede profetizar sobre la guerra porque falta información táctica y conocimiento de las incalculables psicologías.
2º Por la inestabilidad psicológica nuestra es siempre posible que se venga abajo la resistencia rápidamente.
3º Pero lo más probable es que la guerra, a juzgar por su ritmo pasado, dure todavía lo menos un año.
4º Esa razón basta para intentar terminarla ahora por negociación.
5º Será más estable una paz negociada que una paz impuesta porque la paz impuesta parece quitar más fuerza al adversario, pero le deja más energía de resentimiento.

Gómez Jordana y [...] tienen la posibilidad de hacer que se negocie esa paz.
Añado, como argumento de propina, que una victoria sin trabas por parte de los de Burgos sería cosa peligrosa para ellos y para España porque

Le vainqueur est toujours porté par sa victorie.
Au delá de son but et de sa volonté.

Un abrazo

Salvador DE MADARIAGA






“Si Franco hiciese una declaración de neutralidad”

17 de abril de 1938

Querido Gregorio:
En poco estima Vd. mi sentido crítico si juzga que después de haber permanecido imperturbable ante los vaticinios de dominio italo-alemán de España durante cerca de tres años, me inquieto ahora por una simple campaña de prensa. Hay varias consideraciones bastante objetivas que, por desgracia, no cuadran con su visión de usted.
1ª Fr. y GrBr [Francia y Gran Bretaña] no quieren la guerra, de modo que si algo preparan será de carácter defensivo.
2ª Los que están en España son los otros.
3º Me consta que tanto Fr.[Francia] como Inglaterra se darían con un canto en los dientes si España permaneciese neutral.
4º Lo que dije se justificaba por el temor al ataque y la facilidad del contraataque. Lo que hoy puede Vd. haber oído se justifica por el temor de que Franco se deje utilizar por otros.
5º Sería facilísimo a Franco el cortar de raíz los planes de Fr[ancia] y Gr[an] Br[etaña] a que usted alude -le bastaría con declarar a unos y a otros que España no quiere meterse en ningún lío. Pero se va, vestido de Almirante, a presenciar las maniobras alemanas en el barco del almirante alemán (comunicado oficial de Burgos).
6º Los 2 compañeros de Fr han violado manifiestamente su palabra, el uno en Chequia y el otro en Albania, a mano armada ambos. El estilo de hacer algo violento es pues el de los otros. No me explico pues que atribuya usted propósitos belicistas a quienes si de algo han pecado es de lo contrario.
7º Si Franco hiciese una declaración y una actuación valiente de neutralidad, conquistaría muchos sufragios que hoy le faltan. Si sigue aliado a esos 2, colocará a muchos españoles en la trágica situación de tener que ponerse frente a su Estado. No digo frente a su nación porque romper la neutralidad de España será un crimen para nuestro país.

Franco tiene ahora una gran responsabilidad. Si como usted bien teme que violen la neutralidad de España Fr. e Inglaterra, tanto mayor es su deber de no dar potestad a ello. Hasta ahora, ha dado más de un paso en el camino contrario al que manda nuestro más alto interés. Esta es, querido Marañón, la postura objetiva. Un abrazo

Salvador DE MADARIAGA


Mucho le agradezco las noticias que me da de Natalio R[ivas] sobre ese trabajo.







“España va a ocupar el lugar más peligroso”

25-1-39

Querido Marañón: Gracias por la interview y aún más por la carta. Lolita lo tiene a Vd. por un misterioso y, por lo tanto, peligroso casamentero. Pero en fin, si al menos le da ocasión Vd. para un buen brindis ya habría servido esa boda para algo más de lo que suelen servir tales funciones.

Me tiene firmemente preocupado la situación europea en que se analiza el fin de nuestra guerra. Cunden por aquí rumores de que se va a hacer una operación italo-alemana de alto bandidaje a base del dominio de las bases navales y, sobre todo, aéreas, de nuestra España. Mi reflejo de español es que los que tal temen suponen o que a Franco se le impone tal política o que la acepta motu propio, cosas ambas que me parecen inverosímiles. Tengo por cierto que quienquiera que intente sacar a la España de 1939 de su deseo de paz y de condescendencia, arriesga más de lo que gana. Con todo, desearía saber no sólo lo que Vd. siente, que eso ya lo sé, sino lo que objetiva y científicamente piensa sobre este angustioso problema.

Vamos hacia otra gran crisis europea, del tamaño de la de septiembre, pero mucho más peligrosa por dos razones:

-Los de acá han perdido el contrapunto de Bohemia.
-Mussolini necesita un éxito con desesperación.

La crisis va a empezar muy pronto y va a cuajar hacia abril. En el tablero europeo, España va a ocupar el lugar más peligroso y enigmático. ¿Qué va a hacer Franco?

-Paga con sangre y destinos españoles la ayuda prestada?
-Se inhibe? Puede hacerlo?
-Inicia una “conversión”?
Y qué van a hacer H[itler] y M[ussolini]?

-Exigir pago en sangre y destinos?
-Obteniendo con o sin la aquiesciencia del corazón?
-Enajenarse a España por las exigencias y dar a F. la ocasión de cambiar de frente?
Creo que tiene Vd. pie para una cata que “queda” aun más que el famoso brindis de boda.

Un abrazo

Salvador DE MADARIAGA





“Iban a hacer fechorías con los cuadros del Prado”

15 Febrero 1939

Querido Salvador: Bravo, de verdad, por su carta sobre España! Esta vez sí que estamos de acuerdo, sin regateos. La prensa de aquí la comenta favorablemente, aunque arrimando, cada cual según su posición, el ascua a su sardina. Pero en este caso la sardina es algo sagrado, y por encima de todos los partidos. Por si no lo ha visto le envío el artículo del periódico de Maurras. Negrín es un verdadero loco, y es lamentable que el mundo condicione uno solo de sus pasos por la insensatez de este hombre, loco sobre todo loco moral, irresponsable y agravado por el alcoholismo. Da verdadera pena hablar con los dirigentes de aquí. Estos días han abundado las conferencias y la impresión es tristísima. Colaboran con Mussolini y con Hitler al fin definitivo de todo posible régimen liberal en el mundo. Allá ellos. Por de pronto hay que intentar salvar a los desgraciados que se mueren en Madrid.
Quiero hablarle también de otro asunto importante. Sabrá Vd. por Sert [Josep Lluis Sert, arquitecto que en 1937 organizó el Pabellón español de la exposición de París] todo lo que ha ocurrido con los cuadros del Prado. Yo aprobé su gestión (que entre paréntesis, ha sido digna de sumarse a los trabajos hercúleos) porque tenía el convencimiento de que a última hora aquellos irresponsables que han engañado al mundo con la farsa de su amor al arte cuando, si lo hubieran tenido en verdad, hubieran dejado los cuadros en Madrid que es donde estaban más seguros, terminarían sus hazañas con alguna fechoría grande. Testigos presenciales me han referido que Pérez Rubio [Timoteo Pérez Rubio, casado con Rosa Chacel, presidente de la Junta Central y las Juntas Delegadas del Tesoro Artístico desde 1937, fue el responsable de la evacuación de las obras del Museo del Prado a Valencia], pintor fracasado y enloquecido por el comunismo, que como Vd. sabe es el responsable de todo, había dicho repetidas veces, aquí y en América, que antes de entregar los cuadros a los fascistas los destruirían. Había, además, el peligro de la barbarie sin responsabilidad de las masas en los últimos momentos. A última hora Sert se inclinaba a que los cuadros se quedaran en Francia, ya que es posible que los acontecimientos se precipiten y su regreso directo a la España Nacional evitaría los traslados a Ginebra. Pero el mismo día en que él salía para Burgos, llamado por el Gobierno, nos sorprendió la noticia de que una fuerza oculta había organizado el costosísimo tren especial; y los cuadros habían salido para Ginebra. Como el mismo Avenol [Joseph Avenol, Secretario de la Sociedad De Naciones entre 1933 y 1940] había sido el principal enemigo de la intervención de la S. D. N. nos ha extrañado mucho esta rapidez. Me aseguran que Picasso, cuyas ideas y pésima índole moral conoce Vd., anda en el juego. Por de pronto se nos anuncia un largo litigio, largo y costoso, si la S. D. N. no obra con lealtad y comprensión, antes de conseguir que los cuadros vuelvan a España. Además, en el Paris Soir de anoche ha salido ya un artículo a grandes títulos describiendo las próximas exposiciones con otros cuadros en París y en Londres, como si se tratara de bienes mostrencos de la susodicha Sociedad. Este artículo y otras cosas que se oyen son repulsivas. En el contrato que se firmó se habla de que los cuadros sean salvaguardados por la S. D. N. hasta que termine la guerra pero no de otra cosa. Usted por su autoridad autóctona y por su calidad de Presidente de la Sección de Museos, tiene que ayudarnos. La S.D.N. no sólo no puede hacer el juego a los rojos en esta postrera batalla sino que además tiene que presentar todas las apariencias de pulcritud que hasta ahora no presenta. Le escribo a Vd. en mi sólo nombre. Confío mucho en Vd. Un gran abrazo de su amigo

Gregorio MARAñóN






“Espero que empiece pronto la convalecencia 
de nuestro desdichado país”

18-II-1939 21, Hamsptead Hill Gardens.

Mi querido Gregorio,
Lo de los cuadros ha sido cosa que ha llevado Sert, con su acometividad de Godo-Alánico, y Avenol, con su pusilanimidad de ginebrino profesional. Han dado de lado a mi comité por razones que no veo claras. En cuyas circunstancias no me parece posible hacer gran cosa, sobre todo ahora.

Espero que empiece pronto la convalecencia de nuestro desdichado país. Ese éxodo a Francia es el crimen mayor de toda la guerra. Trabajo que doy al reconstructor.
¿Que hay de Lola Membrives [famosa actriz]? No me dice usted nada. Pienso recalar por París hacia el 15 de marzo. Un abrazo

Salvador DE MADARIAGA







“La alucinación del mito democrático"

Marzo de 1939

Querido Salvador: apenas Vd. se fue le escribí unas excusas y las eché al correo. Pero ahora me doy cuenta, una hora después, que no son excusas, inútiles en los términos de nuestra amistad, sino una explicación, lo que le debo.

Yo tengo de Vd. la más alta idea que se puede tener de un hombre civilizado y me enorgullezco de que sea español, por eso tal vez he localizado mi crisis espiritual de estos años en un diálogo secreto con Vd. como hombre representativo de todo lo mejor que tienen los hombres. Esta visión no es que haya cambiado fundamentalmente mis opiniones sobre el mundo y su política; sino que me he convencido de que la decadencia occidental se debe a la actitud alucinatoria de los demócratas del mundo frente a la realidad. Todo lo que pasa hoy -la pérdida de la guerra por los que la ganaron: Italia, Alemania y lo que ambas harán todavía; la victoria japonesa; la crisis de los EE.UU., el fracaso de lo que pudo tener de civilizadora la revolución rusa -todo ello ha sido, uno a uno considerado por las democracias como un triunfo seguro para ellos... hasta el mismo momento en que las cosas han salido exactamente a la inversa de cómo los profetas democráticos las auguraron. Esto no es casualidad sino alucinación colectiva. Frente a ella, la realidad, simpática o antipática pero evidente y triunfante de lo antidemocrático.

Igual en las cosas de España. Y aquí lo de mi obsesión por Vd. -Usted, nada menos que Vd., es decir, no los Vayos [por álvarez del Vayo] o los Huicis, ha estado alucinado día a día por el mito democrático. Todo lo que ha ocurrido en la guerra le ha cogido de sorpresa, y aún hoy se refugia Vd. en la resistencia de Tortosa, en la victoria de Guadalajara contra los italianos, etc. La única hora en que tuvo Vd. la certeza en la victoria de Franco fue también la iluminada por la alucinación: la de la posible entrada en Madrid en Noviembre de 1936, cuando hasta el gobierno rojo lo creía; que fue, sin embargo, la hora más lejana (e imposible que hubiera sido de otra manera) para el triunfo de los nacionalistas-. Un día antes de que se termine la guerra, todavía se acogerán Vds. a un nuevo Tortosa, a una nueva ilusión fundada sobre Tortosa. ¡Hasta Vd.! por lo tanto, hay que admitir un veneno que produce esta alucinación. Si no, no sería posible el que la conducta eficaz fuese la de unos generales de los que siempre nos habíamos sonreído, con esa inocente vanidad que da el ejercicio intelectual abusivo.
Ese veneno es la democracia, cuyo inicial dislate se ha convertido en droga de las más altas inteligencias. Ser demócrata ha llegado a ser, en la práctica, esto: creer todo lo que nos dicen en nombre de la democracia. Creer que Rusia representa la libertad; que Negrín es un sabio y un gran político; que el ejército rojo se rehace cada vez que le derrotan y pierde una parte de sus batallas y de su territorio; que hay 100.000 italianos en España, etc., etc. Esto por lo que hace a nuestra guerra; pero la inmensa tragadera del demócrata se extiende a todo lo demás.
Si la religión era el opio del pueblo, lo cual es inexacto, porque nunca ha estado el pueblo menos dormido que ahora; la democracia sería y esto sí que es verdad, la cocaína de los hombres inteligentes. La cocaína es la droga alucinatoria por excelencia.
Pero, querido Salvador, hoy los rojos, que están vencidos, siguen luchando -y cada día es una catástrofe humana- porque esperan “cosas” de “fuera”. Una de ellas puede ser la de Vd., que a pesar de la generosidad de Vd. (aparte de los demás, en otro rango completamente distinto) no puede servir para nada; y puede contribuir a alimentar esa esperanza alucinada de los rojos, que representa cada día 400, 500, 600 muertos.

Por eso pierdo mi serenidad cuando le veo en esas quimeras tan caras. Perdone tanta tinta y perdone si en ella le digo algo que no le gusta. Creo que no. Por lo menos le escribo a Vd. con mi lealtad que no me atrevería a emplear con muchos otros españoles. Un abrazo.


Gregorio MARAñóN

“Franco es superior a todos los generales en activo”


Marzo de 1939

Querido Salvador: es evidente que la formidable máquina de imposturas, cuya sede, o una de las principales, es Inglaterra, arma ahora lo de la capitulación de España por Alemania e Inglaterra. Ahora ha visto Vd. que todo lo que desde hace años se decía de la guerra de España y de su problema político en el mundo democrático era mentira. Esta fase final de la guerra prueba no una superioridad de un ejército sobre otro, sino la fuerza de la realidad contra la mentira. Democracia=mentira. No dirá usted que Dictadura=opresión. Pero la opresión es una realidad. Y, a veces, necesaria. Estos días he celebrado conferencias interesantes con gentes de la intimidad de Franco (algunos muy amigos de Vd., y que le guardan gran afecto). Puede Vd. tener por cierto que no quedará en tierra española un italiano. Los alemanes se han ido ya. Se irán como se fueron los ingleses de Wellington y como se fueron de Francia los ingleses, los americanos, los italianos, los portugueses, etc. Los judíos que fabrican la opinión pública, infecta, de las putrefactas democracias no saben historia. No tienen más que codicia y bilis en el alma. Le hablo a Vd. sin pasión. Nadie en Europa ha visto a la España Nacional. Nadie sabe lo que es.Todavía no ha dicho nadie una cosa que salta a la vista: que Franco es un maravilloso general superior a todos lo que andan en activo por el mundo. Contra viento y marea ha ganado Cataluña en esos tres meses de genial paciencia, en la banda del Ebro donde ha deshecho a los rojos con Estado Mayor francés. No sé qué pasará en el mundo. Claro es que esto afirma el poder de los países antidemocráticos. Pero me parece que, por eso mismo, los peligros de guerra son muy escasos. Las noticias de la retaguardia española, son buenas. Ahora Franco se instalará en Cataluña con otro ministerio, que está bien. Ya sabe que ha sustituido a Martínez Anido, el coronel [...], uno de los que fundó con nosotros la Agrupación al Servicio de la República. Esto le dará el tono. Gran abrazo. Suyo

Gregorio MARAñóN






“Democracia es comulgar con ruedas de molino”

16-IV-39

Querido Salvador: le escribo porque su carta me da a entender que yo no me expreso bien y quiero deshacer el error. Me refería a las noticias absolutamente ciertas que tengo de que, declarando la guerra, franceses e ingleses la llevarían inmediatamente al único terreno favorable para ellos: España. La rentabilidad de ésta sería, pues para ellos. Ya sabe Vd. que estuvo a punto de ocurrir en septiembre. Sólo hubo dos votos en contra en el Consejo. Ahora, este es el dictamen del Estado Mayor. Toda la campaña de prensa de estos días, en la que hasta usted, ¡ay! cree es la preparación para el posible hecho. La ridícula historia de la retirada de los italianos, los ataques sobre Gibraltar, que los ingleses, valientemente impedirán con una barricada en la carretera, etc. etc, no son sino pretextos para llevar a cabo, sin duda alguna el golpe de mano. ¡Qué quiere Vd! Las democracias se han convertido, y acaso, lo fueron siempre, en un descomunal aparato de hacer tragar a las gentes ruedas de molinos. Me acuerdo haber visto en el campo uruguayo una instalación en la que sujetan a unos artilugios a los novillos con la boca abierta y les echan dentro cantidades increíbles de cosas para que engorden y se amansen. “He aquí la democracia” pensaba. -Puedo asegurarle a Vd. que Franco, si la guerra ocurriera, y no parece probable, haría algo que a Vds. no se les pasa por la cabeza. Desgraciadamente, en España existe un verdadero odio a Francia. A pesar de su postración, una guerra contra Francia sería popular. Y aquí, con su ya vieja querencia de todo lo que no viva alrededor de Racine y de Sacha Guitry hacen lo posible por enervar la cosa. También puedo asegurarle que los informes de Petain y su actitud, son bien diferentes de los que dice la susodicha prensa embaucadora; en suma, su actitud es que su prestigio no puede servir para encubrir porquerías. Ahora Dios dirá.
Me escribe Natalio que su archivo está intacto; me da una lista de sugestiones sobre el asunto que interesa a su muy simpático futuro pariente, y me lo enviará todo cuando llegue a Madrid, que será en estos días. Un gran abrazo de

Gregorio MARAñóN




“Es inútil seguir hablando de política”

20 - IV- 1939

Mi querido Salvador: es inútil seguir hablando de política. ¡Qué quiere usted! Los que creyeron que Negrín era un gran gobernante, que el ejército rojo era como el de Alejandro, que los nacionales estaban divididos e impotentes, que la llegada al mar Mediterráneo era una derrota de Franco, etc., etc., ahora siguen creyendo los disparates emanados de las mismas fábricas y destinados a las mismas fauces crédulas. Las tropas italianas se encuentran en Portugal. Es mentira. Luego contra Gibraltar. Es mentira. Luego contra Tánger. Es mentira. Es igual para ustedes. Si se van los moros a áfrica es con oficiales alemanes. Es absolutamente mentira. Mi hijo es oficial de los moros y es español y no ha visto jamás un alemán. Pero es igual. Ahora resulta que las maniobras alemanas las dirigirá Franco. Es absolutamente mentira. Lord Halifax [...] en las Cortes contra esta campaña. Pero es igual. Seguirán Vds. creyendo todo lo que les diga cualquier israelita embozado en una agencia o una radio.
Nada evitará eso que llama Vd. “trágica situación” de los españoles que se pondrán frente al Estado español. Pero que se pondrán de todas maneras y el nuevo Estado se hará o no se hará sin contar con ellos y contra ellos. ¡Cómo se los va a atraer! Es el único hombre de gobierno que tiene que maniobrar con habilidad que no puede hacer declaraciones porque la fatalidad y la estupidez jacobina de Francia ([...]-Quai d’Orsay) y de Inglaterra (Eden- etc.) le ha obligado a usar para salvarse y para salvar lo que representa, que para él, es España y aún para los enemigos una parte de España, a aliarse con quien ha podido. Y a ese hombre, unos españoles le piden que tome una actitud de neutralidad, que nadie toma, para hacerle el favor de adherirse! Le envío el decreto de desmovilización de las fábricas de guerra. De eso no hablan los israelitas que manejan la prensa internacional. Todos nuestros hijos están ya desmovilizados. En breve lo estará casi la totalidad del ejército. El que subsistirá se formará con el ejército rojo. Pero es como cantar a la luna.


Gregorio MARAñóN







“Don Grigorote de la Maraña”


[Sin fecha]

Ay, Señor Don Grigorote de la Maraña, mire lo que dice y hace que yo no soy ningún Don Democratín de la Disparatada Lengua como cree sino su vecino Salvador de Madariaga que vive en el Viso de Madrid cuando puede y cuando no en un tren de ferrocarril y que va a caballo de un humilde burro de sentido común, apretándole mucho la albarda para que no se le desmande y le tire al suelo y Vuesa Mercé me ha tomado por un enamorado de Doña Democracia del Moscoso y encomendándose a su muy admirada Doña Franconea arremete contra mí con el razonamiento torcido y toda arremolinada la frase y los decires no digamos y me atribuye errores que el menor merecería siete veces las torturas de nuestra santa inquisición; mire que nada de lo que Vuesa Mercé cree es verdad en cuanto a mí concierne que a mí nunca me cogió de sorpresa nada de lo que en esta impía guerra ocurre ni creo que Don Negrín del Martillo y la Hoz sea un Lohengrin del Blanco Cisne ni todas esas cosas que me atribuye, ni me anima otro deseo que el ver a todos los españoles, incluso a Vuesa Mercé y a mi cultivar nuestros olivos en paz y en gracia de Dios. Es copia.
Con un abrazo

Salvador DE MADARIAGA






“No le hablo de política”

29 de abril 1939. 21 Hamsptead Hill Gardens. NW.3.

Querido Gregorio:
Mil gracias por su carta, a la que contesto como “amigo” de pobre calidad, abusando de Vd. para unos cuantos favores, así, por racimos.

El primero es sobre Colón. Ya sabe Vd. cual era su tipo físico, alto, ancho, pelirrojo muy temprano canoso, de piel blanca pecoso que con facilidad se le “encendía”, según expresión que emplean varios biógrafos. Este hombre tuvo un ataque grave de una enfermedad que en uno de los libros que hoy no tengo a mano porque está en el British Museum, llaman Gota podagra. Estuvo sin sentido mucho tiempo y le dio “un frenesí”. Luego estuvo grave durante meses. Esto era hacia los 42 ó 45 años. Podría Vd. decirme si hay algo escrito sobre la enfermedad de Colón, y si no, si tiene Vd. opinión sobre lo que podría ser? Mucho se lo agradecería.

El segundo es más delicado. La marcha sucesiva de los suyos a Madrid me hace sospechar como matemático acostumbrado a la extrapolación que el mejor día se me marche Vd. No sé cómo está ese asunto ni necesita Vd. explayarse sobre él si no lo cree oportuno pero desearía decirle que si piensa Vd. más allá me haría gran servicio pidiendo a Bebé Morla le entregase a Vd. para su custodia indefinida los papeles que tuvo la bondad de guardar cuando le rogué en París lo hiciera. Son casi todos los literarios pero los también políticos y de tal naturaleza que, por patriotismo, no desearía cayeran en manos de ninguna potencia exterior a la española. Tengo entendido que Bebé Morla, algo sorprendida por su volumen -parece que esperaba menos, aunque no creo que sea gran cosa lo que se le dio,- no los tenía muy bien guardados y estaban en un saco en un local donde circulaban libremente refugiados, pero no garantizo esto, lo que no obstante me hace desear que se encargue Vd. de ellos y me los guardara para mejor ocasión. Sin embargo, si por causas que en las circunstancias excepcionales que atravesamos, le pareciera a Vd. difícil o imposible prestarme este servicio, ya sabe que yo lo comprendo todo y en todo confío en mis amigos cuando son de la calidad de Vd. Si no piensa Vd. ir por allá, no he dicho nada. Ya ve que no le hablo de política. Para qué? Subespecie aeternitatis, toda ella es una verdadera indecencia. Un abrazo,

Salvador DE MADARIAGA





“Mi papel está muy bajo en Burgos”

5 de Mayo de 1939. 21, Hamsptead Hill Gardens. London. N. W. 3.

Querido Gregorio,
Mil gracias por su nota sobre la enfermedad de Colón. Deseo utilizarla en una nota de mi libro. ¿Tiene inconveniente? ¿Y me permite que diga que viene de Vd. o prefiere Vd. permanecer oculto como la violeta? Otros sí. Por amigos en quien tengo confianza plena y bien situados para hablar con conocimiento de causa, sé que mi papel está muy bajo en Salamanca y en Burgos. Por lo cual, salvo su mejor parecer, no creo prudente que escriba Vd. a los Morla sobre el asunto de que le hablé, de modo que si no vienen por París ni va Vd. allá, lo mejor me parece es no meneallo. Sigo hecho un mudo en política. Ya veremos. Lo de Litvinoff nos ha vinculado completamente a los que hemos sostenido siempre que URSS no busca más que el cisco occidental para “ciscarse” en el capitalismo... o lo que de él queda que no es mucho. Un abrazo

Salvador DE MADARIAGA

Ya ve Vd. que me limité al terreno en que estamos de acuerdo.






“El mundo político es igualmente siniestro 
en todas partes”

14-II-40

Querido Salvador:

Como hoy mismo sale una persona de mi confianza para Madrid, le doy el encargo de sus asuntos. Es verosímil que viva alguien en su casa. No lo es que vendan sus muebles porque sin muebles es difícil vivir en las casas. El Cigarral estará también, probablemente, incautado por el Gobierno Civil; pues el mío lo estaba hasta que fueron los míos. Me parece poco verosímil lo del Sanatorio pues no he oído hablar de sanatorios por allí. El mío, probablemente lo voy a regalar; mejor dicho, el terreno pues aquellos bárbaros no dejaron piedra sobre piedra. En Buenos Aires encontré, en un puesto de libros viejos, no pocos de mis libros. Algunos los recompré para que recuerden cómo las gastan los demócratas.

No está Vd. bien informado sobre el germanofilismo de España. Hay, sin duda, germanófilos, pero muchos menos que en la guerra pasada. Una de las formas que toma allí el inmenso movimiento liberal es la actitud francófila. Varios franceses que acaban de llegar, están entusiasmados.

En todo caso, si a pesar de la colisión germano-rusa, aún hay allí convencidos germanófilos, ello es menos raro que el que los ingleses sean amigos de los rusos, y amigos no de rumor, sino de Embajada.
Confíese Vd., querido Salvador, que el mundo político es igualmente siniestro en todas partes.

Gregorio MARAñóN






“Peca Vd. de ingenuo”

2 de marzo de 1940.

Querido Gregorio:
Mucho le agradezco su gestión y aguardo sus noticias. Peca Vd. de ingenuo al decir que no cree que me vendan los muebles “porque sin muebles es difícil vivir en las casas”. Tengo sobre la mesa una carta de un testigo visual, persona de mi familia en la que dice: “A los pocos días la vimos habitada y sacar y meter muebles a su antojo”, y no le mando más detalles por no disgustarle, pues al fin y al cabo en cuanto a mí concierne mi casa estuvo intacta mientras duraron los de la anarquía y me la han robado los del orden. He escrito al Duque, diciéndole que si es confiscación me inclino pero si es anarquía reservo el derecho de sorprenderme y me ha contestado diciendo que transmite mi escrito a Madrid y que me dirá lo que contesten. Con esto hemos quedado.
¿Ha visto Vd. a Santiago Alba? Tengo dos versiones distintas de un viaje suyo a Madrid más rápido de lo que él hubiera deseado, uno de un izquierdista, bastante mala y otra de un franquista verdaderamente espeluznante y tal que a trueque de que me considera Vd. amigo indiscreto me fuerza a rogarle, por el cariño que le tengo, que no vaya Vd. a Madrid sin enterarse bien de lo que le ha ocurrido a Alba.
Bien creo en efecto que cunda hoy en España la francofilia, pero la germanofilia de la que le hablé a Vd. no es por desgracia imaginación mía sino hecho documentalmente probado con sólo escuchar las emisiones de Falange Valladolid. Demasiado sé que España no está con Alemania pero Franco y su cuñado sí.
No deje de guardar contacto conmigo y téngame al corriente de sus movimientos. Nada me agradaría más que ver su optimismo justificado por los hechos.

Salvador DE MADARIAGA

“He sido expoliado”

11 de Abril de 1940

Querido Gregorio:
Hace mucho tiempo que no sé de Vd. y desearía tener noticias suyas. Las mías son buenas en lo personal y malas en lo real. Por personas que han estado en mi casa y hablado con los que han tenido que ver en ella antes y después de la toma de Madrid se confirma todo lo que le contaba y aún más. Respetado por los de la izquierda he sido expoliado por los del orden.
Hace ya más de dos meses que escribí al Duque [Duque de Alba] y al reiterarle mi carta recientemente con nuevos detalles tuve confirmación oficial de lo que ya sospechaba, que no le contestaron a sus preguntas.
Tengo mucho interés en conocer sus planes e impresiones y en saber si habló con Santiago Alba. Me dicen que a Quiñones [José Quiñones de León, embajador de Franco en París] le ha ocurrido idéntica aventura.

Salvador DE MADARIAGA





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