lunes, 9 de enero de 2012

221.- Cartas de los últimos alemanes en Stalingrado




Cartas de los últimos alemanes en Stalingrado

Durante el mes de enero de 1943 la inhumanidad de la guerra llegó a límites insospechados en las ruinas de la ciudad de Stalingrado (Unión Soviética), cuando los alemanes, encerrados por los rusos y sin esperanzas de escapar, morían de hambre y eran fulminados por los 30 grados bajo cero que debían aguantar día a día. Cada carta que los sobrevivientes enviaban a sus familias era más dramática que la otra. Ésta es una de ellas:




"No sé si podré dirigirme a ti una vez más. Es necesario que esta carta llegue a tus manos y que lo sepas de una vez en caso alguna vez yo vuelva. He perdido las manos a comienzos de diciembre. En la mano izquierda me falta el dedo meñique, pero lo peor es que en la derecha se me han congelado los tres dedos del medio. Puedo coger el vaso con el pulgar y el meñique. Pero me encuentro más bien inútil, cuando a uno le faltan los dedos es cuando comprende para qué sirven incluso las cosas pequeñas. Kurt Hahnke (me parece que lo conoces desde que ibas al colegio en 1937), hace ocho días, en una pequeña calle ha tocado en el piano La Apasionada. No sucede esto todos los días: el piano estaba en la calle. Cada vez que pasaba un soldado tocaba un poco... ¿En qué parte del mundo se encuentran pianos por las calles?".




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