jueves, 10 de mayo de 2012

385.- Ateneo de Madrid



Ateneo de Madrid



Placa explicativa a la entrada.

El Ateneo de Madrid es una institución cultural privada ubicada en la capital de España y que fue creada en 1835 como Ateneo Científico y Literario.

Los antecedentes del Ateneo se encuentran entre los afrancesados y los liberales de principios del siglo XIX. Con la invasión napoleónica de España se produjeron dos hechos significativos: por una parte, los que se adhirieron a la causa francesa y apoyaron a José I Bonaparte como Rey de España debieron marchar más tarde al exilio con éste al triunfar el alzamiento de las manos de la Junta Suprema Central y de las Cortes de Cádiz que promulgaron la primera constitución liberal española.
El retorno de Fernando VII supuso la vuelta al absolutismo y la salida de España de los patriotas gaditanos. En Francia y en Inglaterra se encontraba la clase ilustrada española que, por unas u otras razones, era perseguida en el interior del país. El regreso durante el gobierno liberal en 1820 de los exiliados permitió la creación del Ateneo Español que dirigió Juan Manuel de los Ríos; pero con la vuelta de nuevo al absolutismo del rey Fernando desapareció la institución para fijar su residencia en Londres en 1823.
La muerte del Rey y el apoyo de los liberales a la causa de Isabel II frente al pretendiente don Carlos, creó un nuevo ambiente de tolerancia durante la regencia de María Cristina. En 1835 el antiguo Ateneo Español mudó el nombre por el de Científico y Literario, siendo sus fundadores Salustiano Olózaga, el duque de Rivas, Antonio Alcalá Galiano, Mesonero Romanos, Francisco López Olavarrieta, Francisco Fabra y el propio Juan Manuel de los Ríos.
Su primera sede fue en el Palacio de Abrantes; posteriormente se mudó a la calle Carretas, después a la plaza del Ángel y a la calle Montera. En la actualidad, ocupa el número 21 de la calle del Prado (no confundir con el Paseo del Prado) de Madrid en un edificio modernista inaugurado por Cánovas del Castillo en 1884. El edificio es obra de los arquitectos Enrique Fort y Luis de Landecho. Arturo Mélida le dio contenido artístico con valiosísimas pinturas de estilo neogriego en el Salón de Actos y en el Salón Inglés.
Han ocupado la Presidencia del Ateneo destacada personalidades españolas: Laureano Figuerola, Segismundo Moret, Gumersindo de Azcárate, Antonio Alcalá Galiano, Antonio Cánovas del Castillo, Miguel de Unamuno, Fernando de los Ríos, José Soto Reguera, Manuel Azaña, etc. El 28 de mayo de 2009 fue elegido como Presidente Carlos París Amador.
Por el Ateneo han pasado seis Presidentes de Gobierno, todos los Premios Nobel españoles, los políticos de la Segunda República y los integrantes de la generación del 98, de la del 14 y de la del 27. La dictadura de Primo de Rivera suspendió las actividades del Ateneo. Durante la Guerra Civil española se mantuvo abierto y se logró preservar la integridad de sus instalaciones, especialmente su Biblioteca, gracias a la labor de Bernardo G. de Candamo, único miembro de la Junta Directiva republicana que permaneció en Madrid durante el conflicto bélico. La dictadura franquista afectó negativamente la actividad del Ateneo[cita requerida]. La vuelta a la democracia ha permitido que el Ateneo continúe siendo un centro de referencia cultural de primer orden.

Características
El Ateneo se compone de diecinueve secciones que desarrollan actividades en todos los órdenes culturales y científicos. Posee un Salón de Actos, sala de trabajos, aulas, sala de exposiciones, biblioteca y hemeroteca. Entre sus socios se han encontrado Presidentes del Gobierno o del Consejo de Ministros, Ministros y Premios Nobel.





Historia del Archivo
    
La trayectoria histórica del Ateneo, desde su fundación hasta hoy, explica cómo ha llegado el archivo a nuestros días.


Membrete de carta 1838


EL ATENEO CIENTÍFICO, LITERARIO Y ARTÍSTICO DE MADRID


La fundación


En Junta Extraordinaria de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, el sábado 31 de octubre de 1835, se trata la propuesta de Juan Miguel de los Ríos acerca de establecer un Ateneo científico y artístico que contribuya a extender y consolidar la ilustración general, a semejanza de su antecesor el Ateneo Español, que existió durante el Trienio Liberal de 1820-23. Así nace esta institución, que obtiene de la reina gobernadora la real orden de 16 de noviembre autorizando su fundación y se reúne en junta general el día 26 para designar una junta directiva y aprobar los Estatutos. Finalmente, el día 6 de diciembre de 1835 se inaugura solemnemente el Ateneo Científico y Literario bajo la presidencia del Duque de Rivas.


Fines de la institución


El artículo 2.º de los Estatutos de 1836 marcaba lo siguiente: Los socios reunidos en este Ateneo se proponen aumentar sus conocimientos, por medio de la discusión y de la lectura, y difundirlos por los de la enseñanza y de la imprenta.


El espíritu no difiere mucho del actual Reglamento (1984), que establece dos fines: 1. Difundir las ciencias, las letras y las artes por todos los medios adecuados. 2. Favorecer dentro de su seno el desarrollo de Agrupaciones que se propongan realizar la investigación científica y el cultivo del arte y de las letras.


Desarrollo histórico




El Ateneo de Madrid lleva casi dos siglos de trayectoria en el desempeño de funciones de difusión cultural, a través de cursos, conferencias, debates y todo tipo de actividades de carácter científico, literario y artístico. Desde su fundación a cargo de destacados representantes del romanticismo liberal y dirigido por el Duque de Rivas, por el Ateneo han pasado científicos, escritores y artistas de todas las tendencias, que con sus disertaciones y debates han ido marcando la crónica de la vida intelectual de la ciudad, al mismo tiempo que políticos conservadores o progresistas se iban sucediendo y dando a la institución uno u otro carácter. Siempre convivieron bajo el mismo techo las ideas y las tendencias más dispares, alimentadas por las sucesivas generaciones de intelectuales que han contribuido a la historia de la cultura de nuestro país. Los nombres de sus presidentes lo dicen todo de este crisol de ideas: el Duque de Rivas, Alcalá Galiano, Martínez de la Rosa, Cánovas del Castillo, Segismundo Moret, Menéndez Pidal, Manuel Azaña, Ramón del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno… y un largo etcétera.


Diversas circunstancias históricas han afectado al desarrollo normal de la institución y han tenido como consecuencia diferentes situaciones administrativas, que son importantes para comprender tanto su trayectoria como el estado de sus fondos archivísticos:


En 1923, los ateneístas se enfrentan a la censura de la Dictadura de Primo de Rivera, lo que provoca el cierre temporal de la institución y el control del gobierno, que nombra una Junta Directiva mediante real orden de 24 de junio de 1926. Caída la Dictadura, en 1930 vuelven a elegirse los cargos democráticamente.
Abril de 1939: nada más terminar la Guerra Civil, el Ateneo es intervenido por el nuevo régimen y ocupado por la Delegación Provincial de Educación Nacional de FET y de las JONS, que se instala en las dependencias de la secretaría y tiene también a su cargo la biblioteca. El Ateneo pierde su nombre, o se le dice “antiguo Ateneo”, y pasa a ser Aula de Cultura y Biblioteca de la Delegación, aunque nunca llegó a incautarse legalmente. Este periodo se caracteriza por una actividad cultural al servicio de la ideología falangista.
En abril de 1946, según orden del 23 de marzo de 1946, recobra su antiguo nombre de “Ateneo de Madrid” y pasa a depender directamente de la Dirección General de Propaganda, organismo de la Subsecretaría de Educación Popular del Ministerio de Educación Nacional, como institución subvencionada por el Estado con categoría de organismo autónomo. En 1951 pasará a depender de la Dirección General de Información, dentro del recién creado Ministerio de Información y Turismo. El Ateneo de Madrid se convierte en el centro más importante de la cultura oficial, al mismo tiempo que va recuperando su origen y paradójicamente llega a ser el refugio de una generación que pudo realizar aquí lo mejor de la cultura que se permitía en el país, a veces incluso en situación de "disidencia vigilada".
Finalmente, con la llegada de la democracia, el Ateneo recuperará su condición de asociación privada, celebrando sus primeras elecciones democráticas el 27 de enero de 1982.


EL ARCHIVO DEL ATENEO DE MADRID


Carpetas del archivo
El Archivo del Ateneo de Madrid es el conjunto orgánico de documentos, o la reunión de varios de ellos, de cualquier época y soporte material, producidos o recibidos por el Ateneo de Madrid en el ejercicio de sus actividades, conservados debidamente para su utilización en la gestión administrativa, la información, la cultura y la investigación.


Entre las atribuciones que el Reglamento de la institución asigna a los miembros de la Junta de Gobierno, señala que los secretarios ordenan y custodian el Archivo del Ateneo. Esto no siempre ha podido ser así, ya que debido a las consecuencias de la Guerra Civil desapareció la mayor parte del archivo histórico anterior a 1939. Es decir, 100 años de documentación que hoy serían una fuente de primer orden para el estudio de la historia de la cultura española.


Desaparición del archivo anterior a 1939


No sabemos cuál fue su paradero, tan solo podemos decir que únicamente nos ha quedado una colección incompleta de cartas y libros de actas del siglo XIX y escasos papeles administrativos del siglo XX. Aunque si analizamos la documentación que existe en la casa referente a los años 40 y 50, podríamos decir que presumiblemente el archivo desapareció durante los primeros años de posguerra.


Sabemos que el socio bibliotecario de la Junta de Gobierno, Bernardo G. de Candamo, se quedó al frente la casa durante los tres años de la Guerra Civil y a él debemos la custodia del edificio y de la magnífica biblioteca. El 30 de marzo de 1939, tiene que entregar las llaves del edificio al Servicio Militar de Defensa del Patrimonio, que atestigua encontrarlo en perfecto estado y la biblioteca intacta. El Ateneo es intervenido y se convierte en sede de la Delegación Provincial de Educación Nacional de FET y de las JONS.
Carta de Elena Amat


En el mes de mayo de 1939, el Ministerio de Educación envía a dos funcionarios para llevar a cabo el control técnico de la biblioteca. Entre ellos está Elena Amat Calderón, que continuaría en el Ateneo hasta 1953, siendo nombrada directora en noviembre de 1941. Junto a un magnífico y riguroso trabajo profesional, ella nos ha dejado un testimonio único sobre la desaparición del archivo. Quiso dejar constancia de este hecho en su correspondencia, especialmente en una carta dirigida al jefe de personal el 2 de de diciembre de 1946, pocos meses después de la salida de Falange del Ateneo, donde dice: «…toda la documentación referente al antiguo Ateneo se encontraba en mayo de 1939 debidamente archivada en las Oficinas de Secretaría, ignorando qué suerte ha podido después correr ese archivo en manos de las personas que sucesivamente han desempeñado cargos en dicho departamento». Años más tarde, en 1952, la Secretaría hace entrega a Elena Amat de una serie de documentos antiguos que estaban allí depositados. Esta es la documentación que conservamos hoy, que por su escasez no se consideró como fondo de archivo y pasó a formar una sección de manuscritos dentro de la biblioteca. Después y ante una consulta de la bibliotecaria, el secretario responde en carta de 6 de agosto de 1952: «En contestación a su escrito de fecha 5 del actual, tengo mucho gusto en comunicarle que no existen fondos históricos documentales en esta Secretaría. Todo lo que no ha desaparecido, por unas o por otras causas, fue entregado ya para su custodia en esa biblioteca».
Depósito del archivo




Situación actual


Desde ese momento, se organiza y custodia en la Biblioteca la colección de manuscritos antiguos, al mismo tiempo que en las dependencias administrativas se van generando documentos que con el tiempo se acumulan en las oficinas. Esta situación se mantiene, hasta que en 1998 la Biblioteca comienza a promover iniciativas para sentar las bases de un archivo histórico. Se realiza un inventario del período 1939-1959 y años más tarde se emprenden intervenciones concretas sobre colecciones archivísticas de fotografías y grabaciones de actos culturales, tratándolas como material independiente del archivo administrativo. A partir de 2008, el Ateneo se compromete plenamente con la tarea de asumir su responsabilidad histórica y emprender la recuperación de su Archivo, llevando a cabo un proyecto de organización de los fondos existentes, así como de recuperación o sustitución de las fuentes históricas perdidas.







Biblioteca


Sala de Lectura "La Pecera"
Es una biblioteca de investigación que nació como colección bibliográfica del Ateneo de Madrid, fundado en 1835. Esta institución privada se crea mediante una Real Orden que autoriza a "... establecer un Ateneo literario, que ofreciendo un punto de reunión a todos los hombres instruidos, contribuya a facilitarles la mutua comunicación de sus ideas, y ponerles por medio de los periódicos y obras extranjeras al nivel de los progresos que las ciencias hacen diariamente en otros países, para que puedan transmitirlos a los demás en las Cátedras desempeñadas gratuitamente por algunos de sus socios".


De esta forma, con el Ateneo nace una biblioteca cuyos fondos serán el vivo reflejo de toda la historia intelectual de la institución. Esto explica que hoy en día tengamos una extensa colección de libros y publicaciones periódicas, especialmente rica en obras del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, abarcando todas las materias y varios idiomas. La trayectoria del Ateneo de Madrid como institución clave en la vida cultural española, como el lugar donde actuaban las más destacadas personalidades de cada época, donde se discutían y alimentaban las ideas, el arte y las ciencias, nos ha dejado como herencia una rica colección bibliográfica que hoy es el vivo testimonio de una edad de oro de la cultura.
Biblioteca
En el siglo XXI se inicia la construcción de la Biblioteca Digital del Ateneo, en la que, utilizando las nuevas tecnologías de la información, se irán incorporando paulatinamente la digitalización de fondos impresos existentes en la biblioteca impresa así como la incorporación de nuevos títulos editados en formato digital.
















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