domingo, 17 de noviembre de 2013

650.- Cuando los millones del fútbol pesan más que los derechos humanos

Puyol recibe un premio de dos autoridades deportivas de Qatar durante la visita de La Roja a Doha en febrero de este año. AFP / AL-WATAN DOHA / KARIM JAAFAR
Puyol recibe un premio de dos autoridades deportivas de Qatar durante la visita de La Roja a Doha en febrero de este año. AFP / AL-WATAN DOHA / KARIM JAAFAR



Cuando los millones del fútbol pesan más 
que los derechos humanos


El amistoso en Guinea es un ejemplo más de cómo instituciones y clubes españoles han mirado más a la chequera que a la ética a la hora de visitar países como China, Tailandia, Malasia o Marruecos

EDUARDO ORTEGA Madrid


Restricciones a la libertad de prensa, de expresión y de manifestación. Régimen de incomunicación y desapariciones forzadas. Juicios sin garantías. Detención arbitraria de opositores. Casos de homicidios ilegítimos. Torturas y malos tratos constantes. Todo esto sucede en Guinea Ecuatorial, según denuncia Amnistía Internacional. El escaso respeto por los derechos humanos no es algo que, sin embargo, parezca preocupar a la Federación Española de Fútbol, que, con el visto bueno del Gobierno, ha llevado a La Roja a jugar esta noche un partido amistoso en la que fuera colonia hispana.

Ni siquiera el hecho de que en esta ocasión el presidente de la Federación, Ángel María Villar, no vaya a hacer caja con el bolo -aunque sí con los derechos de televisión- ha evitado que buena parte de la oposición en España y grupos proderechos humanos hayan pedido que se boicotee el choque. Critican la "falta de sensibilidad" de la Federación y que el equipo español se haya prestado al "sucio juego propagandístico" de la dictadura de Teodoro Obiang. El sátrapa ha prometido a los jugadores de su selección una cuantiosa prima de cinco millones de euros si vencen.

La Roja, no obstante, ha decidido no prestarse a acto publicitario o institucional alguno con el dictador o cualquier miembro del Gobierno guineano, pese a las presiones del régimen para que el apoyo, tanto político como deportivo, fuera mayor. El líder del partido del tirano lamentaba que se "haya politizado este encuentro deportivo, aprovechando el mismo para hacer política y poner en contra a los dos países". "Es un bien de la humanidad que debe ser disfrutado y compartido por todo el mundo", añadía Jerónimo Osa Osa. No se han repetido en Malabo las habituales imágenes de los jugadores con gobernantes de los estados que visitan.

Tampoco han querido saber nada de polémicas los internacionales. "Solo me centro en el tema deportivo, el resto no me importa", afirmaba el jueves Fernando Llorente. La actitud de los equipos españoles de ponerse de perfil ante totalitarismos o ante graves violaciones de derechos humanos es, sin embargo, tan habitual como la de los organismos internacionales. Similar a las actuaciones de la FIFA o el COI, que han otorgado la organización de grandes eventos deportivos a dictaduras como la de Videla (el Mundial de 1978), a regímenes comunistas como en los Juegos a Pekín en 2008 o a países que no respetan la igualdad de sexos como Qatar, que organizará el Mundial de 2022.

El caso de la selección, además, se repite este año. En febrero ya fueron a Doha, la capital qatarí, a jugar ante Uruguay un millonario bolo. Allí apenas existe la libertad de expresión y es casi absoluta la discriminación de las mujeres y los inmigrantes. Son comunes los trabajos forzados y la esclavitud, así como condenas crueles y degradantes, tales como recibir latigazos por "relaciones sexuales ilícitas" o por consumir alcohol.

Las amistades de Rosell 

No solo las selecciones o los organismos internacionales hacen caso omiso a los derechos humanos. Los clubes también organizan giras mirando más al bolsillo que a la ética. Así, es también reincidente el Barcelona. Se le ha visto este verano recorrer China, donde muchos de sus ciudadanos no podían acudir a ver a los Messi, Neymar o Iniesta porque se encuentran en campos de reeducación, detenidos de manera forzosa o directamente desaparecidos. En el país que más penas de muerte ejecuta del mundo, las torturas y la censura son terribles. Nada que impidiera al club que dirige Rosell sacar una buena tajada a cambio de mirar para otro lado. La gira azulgrana también pasó por Tailandia y Malasia, donde el respeto por las libertades es tan poco habitual como frecuente es la represión, según denuncia Human Rights Watch.

Los estrechos lazos del presidente del Barça con el emirato sirvieron en bandeja el trato con Qatar Airways

La violencia tampoco evitó que el presidente culé exhibiera a sus jugadores en Marruecos el año pasado en un amistoso. Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones el aumento de la represión, las torturas y la falta de libertad de expresión en el reino de Mohammed VI. También expresa su preocupación por la exclusión de la mujer y por los prisioneros de guerra.

Las estrictas leyes que se aplican en Qatar tampoco son óbice para que el equipo azulgrana luzca publicidad de la aerolínea Qatar Airways y llene así sus arcas: unos cien millones de euros en tres años. Los estrechos lazos del presidente del Barça con las más altas esferas del lugar han facilitado este acuerdo. En 2006, Rosell comenzó a hacer negocios con el emirato y en 2010 vendió su empresa BSM a un gigantesca compañía local. "El roce hace el cariño", dijo entonces.

"Ésa es la diplomacia de la chequera: tú me pagas y yo te concedo. Es increíble que hayan conseguido patrocinarlo. ¿Cómo puede llevar el Barça el nombre de Qatar?", se pregunta Nazanin Armanian, experta en Oriente Medio. "Le hubiera venido mejor que el emirato fuera más discreto e invirtiera en el club de otra manera. Pero ellos son muy listos y dijeron: Queremos que llevéis nuestros nombres en vuestros corazones y exhibirlo por todo el mundo. Para Qatar no es el dinero, es la imagen, el nombre que quieren vender. Consiguen que se relacione el nombre y los valores del equipo azulgrana con ellos", agrega.

China, un destino común

China, además, es destino común para varios equipos españoles. No sólo el Barcelona ha hecho del gigante asiático uno de sus lugares preferidos para hacer caja. El Real Madrid ha pisado su suelo en tres ocasiones en los últimos diez años. Desde la mediática gira de los galácticos en 2003 hasta la de 2011, ya con Mourinho en el banquillo, pasando por la de 2005. Las habituales flores, los collares y distinguidos recibimientos y, claro está, una buena millonada por delante han sido suficiente para tapar los ojos también a Florentino Pérez.

Al presidente blanco tampoco le ha importado lo más mínimo para hacer negocios la realidad de Dubái, donde abundan las detenciones y desapariciones. Human Rights Watch considera, además, que la situación no ha hecho más que empeorar, con una mayor discriminación de la mujer y de los inmigrantes. El mandatario cerró este verano un acuerdo con la aerolínea Fly Emirates para percibir unos 25 millones de euros en cinco años. A cambio, los blancos lucirán la marca en la camiseta merengue, en sustitución de la casa de apuestas Bwin.

También el Atlético de Madrid se ha paseado por China en las últimas temporadas. Hace siete años jugó dos partidos en Shanghai por varios cientos de miles de euros. En 2010 repitió experiencia, pero en otra zona de Asia: Tailandia. Allí, el equipo de Cerezo disputó un encuentro ante un combinado de la liga local, sin importarle las graves violaciones de derechos humanos.



La Roja no responde sobre Obiang



Llorente y Bartra, durante la rueda de prensa. EFE/PACO CAMPOS
Llorente y Bartra dicen que sólo se centran en el tema deportivo. "El resto no importa". Villar "no contesta" sobre el partido de España en Guinea

Los futbolistas internacionales de la selección española se centran en el partido amistoso ante Guinea Ecuatorial y han evitado responder cualquier cuestión que tenga que ver con el presidente Teodoro Obiang, después de las quejas de organizaciones y partidos políticos por la visita de La Roja.

Miembros del departamento de prensa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desmintieron que los jugadores hayan sido preguntados sobre la posibilidad de fotografiarse con Teodoro Obiang e intentaron frenar cualquier pregunta en la comparecencia ante los medios de comunicación de Fernando Llorente y Marc Bartra que abordase el asunto político.

"Sólo me centro en el tema deportivo, el resto no me importa", dijo de forma tajante Fernando Llorente que tampoco repara en las enfermedades ni las vacunas que no se han puesto los jugadores antes de visitar Guinea. "No debemos preocuparnos nosotros por las enfermedades. Confiamos mucho en los servicios médicos de la selección y únicamente nos preocupamos por jugar. En lo demás estamos en buenas manos", explicó.

Fue el mismo discurso de Marc Bartra. "Son temas que cuidan los profesionales. Nosotros nos basamos en jugar y hacer lo que más nos gusta".

También el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, ha eludido contestar a cualquier pregunta sobre el partido. "No hay contestación por mi parte", ha respondido ante las preguntas. "Sé que ahora saldrá como noticia que no contesto, pero he venido aquí [a Logroño, donde se encontraba] a este acto fundamental, que es el desarrollo del fútbol en esta maravillosa zona de España", ha subrayado.

Tras volver a ser cuestionado sobre el mismo tema, se ha remitido a su "derecho" a no contestar. "No contesto a esa pregunta, usted tiene la libertad de preguntar lo que quiera y yo la de contestar lo que quiera o no contestar. Tantos derechos tiene usted como yo en una entrevista o en una pregunta", ha dicho Villar.

Varias organizaciones y partidos políticos han criticado la celebración del amistoso en Guinea frente a España, campeona del mundo y de Europa, argumentando que no respeta los derechos humanos en un país dirigido por un dictador.




Amnistía denuncia el "oscuro historial en derechos humanos" del régimen de Guinea Ecuatorial


La ONG recuerda, ante el partido que va a disputar La Roja en Malabo, los abusos cometidos por el Gobierno de Obiang, en el poder desde un golpe de Estado en 1979

Teodoro Obiang, en un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano el pasado 25 de octubre.
Teodoro Obiang, en un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano el pasado 25 de octubre.


Amnistía Internacional (AI) ha querido aprovechar el partido amistoso que jugará el próximo 16 de noviembre en Malabo la selección de fútbol de España para denunciar el "oscuro historial de derechos humanos" del régimen de Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang Nguema, en el poder desde que encabezó un golpe de Estado en 1979. Asimismo, ha reclamado la liberación del preso de conciencia Agustín Esono, encarcelado desde hace más de un año por motivos políticos.

En un comunicado, AI ha recordado este miércoles que es costumbre suya aprovechar los eventos deportivos para hacer campañas de denuncia sobre la situación de los derechos humanos en los lugares donde se celebran, como las que ha llevado a cabo con motivo del Gran Premio de Fórmula 1 en Bahréin, los Juegos Olímpicos de Pekín (2008) y Londres (2012), los inminentes Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, en Rusia (2014), y los Mundiales de Fútbol de Suráfrica (2010) y Brasil (2014).

Entre los abusos denunciados, Amnistía ha llamado la atención sobre las restricciones a la libertad de prensa, expresión y manifestación y ha asegurado que, pese a que la Constitución garantiza estos derechos, "se restringen de forma rutinaria en Guinea Ecuatorial".

Asimismo, la organización ha denunciado la vigencia de la pena de muerte y ha recordado que en 2010 se produjeron cuatro ejecuciones, "las últimas de las que se tiene noticia". Sin embargo, la organización ha asegurado que una persona fue condenada en 2012 a la pena capital y que la pena de muerte "se ha aplicado a opositores políticos condenados por delitos contra el Estado".

AI ha advertido también del acoso y la privación de libertad de que son objeto los activistas y defensores de derechos humanos, una represión que se intensifica "en el contexto de la celebración de elecciones o antes de otros eventos importantes". Estas personas, a las que "no es raro" que les acuse de "tratar de desestabilizar el país", permanecen en prisión durante "un tiempo indeterminado de días o meses", ha proseguido. "A menudo se hostiga y persigue a familiares de los activistas para obligar a estos a entregarse a las autoridades", ha añadido.

El informe de la organización denuncia también "es una práctica habitual transferir a activistas políticos a cárceles o comisarías de policía de otras ciudades en secreto, donde permanecen en régimen de incomunicación durante algún tiempo, convirtiéndose, en la práctica, en víctimas de desapariciones forzadas". "En todos los casos conocidos por Amnistía Internacional, las autoridades se niegan a reconocer que mantienen a estas personas bajo su custodia ni a revelar su paradero", ha asegurado.

Asimismo, a pesar de que la Constitución establece el derecho a ser juzgado en juicios justos, "los opositores políticos y otras personas críticas han sido juzgados por cargos inventados", ha manifestado la organización. En los últimos cuatro años, según AI, algunos civiles han sido juzgados en tribunales militares. Ha denunciado además que los tribunales aceptan las confesiones obtenidas bajo tortura, "incluso en los casos en que esto constituye la única prueba contra las personas acusadas". "Los jueces y los abogados defensores son designados por las autoridades militares o políticas y carecen de formación jurídica", ha agregado.

Por otra parte, Amnistía Internacional ha documentado casos de tortura u otros malos tratos desde 2009 que, en ocasiones, han acabado con la muerte de los afectados. Además de los malos tratos físicos, las personas detenidas por motivos políticos pueden ser sometidas a otras formas de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. La ONG también ha puesto la voz de alarma ante la "impunidad casi total" de que gozan los policías y soldados "cuando cometen homicidios ilegítimos, incluso ejecuciones extrajudiciales".





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