jueves, 5 de enero de 2012

209.- Carta abierta a los Borbones de España con motivo de la visita a sus hermanos los alauitas de Marruecos



Carta abierta a los Borbones de España 
con motivo de la visita a sus hermanos 
los alauitas de Marruecos

Mohamed Ahmed Laabeid (responsable del departamento internaciol de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis) - 18-01-2005

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10205

Esta carta fue enviada con fecha del 11 de Enero de 2005, y firmada por el presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) y por el secretario general de la Unión de Juristas Saharauis

A SM. D. Juan Carlos I,
Rey de España

Majestad,
Su Majestad viajará al país vecino de Marruecos del 17 al 19 de Enero 2005. Esta visita oficial reviste una importancia relevante para nosotros dado que Su Majestad podrá intervenir ante las autoridades marroquíes para que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sahara Occidental pero igualmente para que se respeten los Derechos Humanos y se esclarezca, sin más demora, el paradero de los cientos de personas saharauis desaparecidas desde su detención o secuestro por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes en el Sahara Occidental.

Majestad,
Estamos en el quinto año del segundo Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo, proclamado por la Asamblea General de la o­nU, sin que existan resultados tangibles que dejen entrever la esperanza de una salida pacífica para el conflicto del Sáhara Occidental, de acuerdo con la legalidad internacional.
El 11 de febrero de 2004, el Secretario General de la ONU, señor Kofi Annan, declaró que el colonialismo es un anacronismo, invitando a la comunidad internacional a comprometerse para permitir a todos los pueblos que ejerzan su derecho a la autodeterminación, de acuerdo con las resoluciones de la Asamblea General sobre la descolonización. El Secretario General de la o­nU añadió que millones de personas han accedido a la independencia desde que fue adoptada la Declaración sobre la Obtención de Independencia de los países y pueblos colonizados, en 1960, que junto con la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, constituye la base del papel y la responsabilidad que incumbe a todos los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, entre ellos España, en materia de democratización y de realización del principio de autodeterminación. De acuerdo con este ordenamiento, España tiene la responsabilidad de hacer llegar a buen fin el pr oceso inconcluso de descolonización del Sáhara Occidental, interrumpido ilegítima e ilegalmente por la ocupación militar del territorio por Marruecos en 1975.
Majestad,
Esta ocupación marroquí del Sáhara Occidental fue acompañada de graves violaciones de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales. Existe una relación directa entre el rechazo persistente de Marruecos a respetar la legalidad internacional sobre el tema de su ocupación ilegal del Sáhara Occidental y las graves violaciones de los Derechos Humanos que el régimen comete impunemente contra la población civil saharaui: las tropas de ocupación marroquíes que en 1975 violaron completamente el derecho humanitario internacional, tal como estaba estipulado por la Convención de Ginebra, bombardeando con Napalm y fósforo blanco a civiles saharauis, destruyendo su posibilidad de supervivencia en el desierto al envenenar los puntos de agua y matando sus rebaños de camellos, son las mismas fuerzas armadas que siguen oprimiendo en la más completa impunidad, a pesar del alto el fuego y de la supervisión de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara occidental (MINURS O); La población saharaui que no pudo huir se encuentra bloqueada al oeste de un muro fortificado construido por el ejército marroquí y que, sembrado de millones de minas anti-personales divide el país totalmente de norte a sur. Este muro de vergüenza causa enormes pérdidas materiales, además de poner en riesgo las vidas humanas y de la fauna de la zona, al mismo tiempo que separa familias enteras.

Aún hoy, vivir bajo la ocupación marroquí significa vivir con el temor de las detenciones arbitrarias, de la tortura, del apresamiento sin proceso judicial, de los juicios injustos, de las desapariciones y de las ejecuciones sumarias, todo ello sin mencionar las discriminaciones en los lugares de trabajo y el constante saqueo de los recursos naturales del Sáhara Occidental por el reino de Marruecos.

A pesar de las esperanzas que despertó la llegada al trono de Mohamed VI, desde la entronización del nuevo rey, centenares de saharauis han sido detenidos arbitrariamente y torturados, muchos de los cuales sobreviven a duras penas aún en las siniestras cárceles marroquíes. Otros centenares de personas han sido violentamente reprimidas por haber participado en manifestaciones pacíficas. En los territorios ocupados, las acciones de la sociedad civil no son toleradas y los defensores de los Derechos Humanos sufren intimidaciones y amenazas de represalias contra ellos y contra los miembros de sus familias. El caso mas reciente de esta vulneración de los Derechos Humanos es el asesinato a sangre fría del joven Jatri Laarusi por un agente de la policía marroquí acaecida en Bojador, el 3 de enero de 2005. Desde hace más de 30 años, la suerte de 500 desaparecidos saharauis sigue siendo desconocida desde que las fuerzas de ocupación les privaron de libertad, aumentando así el número de víctimas de esa innoble práctica de las desapariciones forzadas, y el dolor de sus familias.

Majestad,
Estas son algunas de nuestras principales preocupaciones, por lo que solicitamos su intervención ante las autoridades de Marruecos para que:

• Acepten y apliquen las resoluciones de Naciones Unidas, en particular el Plan para la Autodeterminación del Pueblo Saharaui propuesto por el Señor James Baker y avalado por unanimidad por el Consejo de Seguridad en su resolución 1495 (julio 2003).
• Esclarezcan los más de 500 casos de desaparecidos saharauis,
• Pongan en libertad a los detenidos políticos saharauis que se encuentran encarcelados en condiciones inhumanas y degradantes en varias prisiones marroquíes,
• Liberen a los presos de guerra encarcelados en secreto, la mayoría de ellos, desde hace más de 29 años.
• Permitan la libre circulación de los familiares de desaparecidos saharauis y de los defensores de Derechos Humanos, devolviendo los pasaportes de las 13 personas que tenían previsto participar en los trabajos de la Comisión de Derechos Humanos de la o­nU en marzo de 2003.
• Pongan fin a la destrucción del patrimonio cultural e histórico del Sahara Occidental como ha sucedido el 13 de diciembre de 2004, con la demolición del Fuerte de Villa Cisneros (Dajla), un legado que se remonta a 1884 en los inicios de la presencia española en el Sahara Occidental.

Majestad,
Creemos firmemente que solo un mensaje fuerte y claro tendente a “proteger también los legítimos derechos de la población civil saharaui" como prometió su Majestad un día de noviembre de 1975, en El Aaiún (capital del Sahara Occidental), puede tener el impacto deseado de hacer prevalecer los legítimos derechos del Pueblo Saharaui, internacionalmente reconocidos, y que estos derechos no sean pisoteados eternamente.

En caso de que la obstinación del ocupante marroquí persista en su conducta hostil a la Legalidad Internacional en el Sáhara Occidental, España, como potencia administradora de iure que sigue siendo, debe tomar cuantas medidas diplomáticas, económicas y políticas sean necesarias. En ese caso, España está llamada a reconocer oficialmente a la República Saharaui siguiendo el reciente ejemplo de África del Sur.

Como representantes de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) y de la Unión de Juristas Saharauis (UJS), expresamos nuestra gratitud y nuestro reconocimiento a los Pueblos de España que no han dejado de actuar para que el Pueblo Saharaui goce plenamente de sus derechos.
Al mismo tiempo expresamos nuestra preocupación por la postura confusa del actual Gobierno Español respecto a la búsqueda de una solución pacifica y definitiva de un conflicto que ha durado demasiado y causado enormes sufrimientos al Pueblo Saharaui e inestabilidad en la región. Creemos que España, por las responsabilidades que tiene hacia el Pueblo Saharaui, debe mantener una posición honorable, al menos igual a la que la tomó Portugal hacia su antigua colonia, Timor Oriental, la cual, gracias entre otras cosas, al apoyo diplomático, político y humanitario de Portugal, logró la independencia en 1999.

Estamos convencidos de que Su Majestad no escatimará esfuerzos para hacer de nuestra región un espacio de libertad, de paz y de estabilidad para todos los pueblos, incluyendo al pueblo de la República Saharaui.

Reiterando nuestro compromiso con la noble acción por el respeto y la promoción de los Derechos Humanos y de los pueblos, acepte, Majestad, la expresión de nuestra más alta consideración y sinceros saludos.

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