jueves, 17 de mayo de 2012

401.- BHOPAL: EL DESASTRE OLVIDADO





BHOPAL: EL DESASTRE OLVIDADO

Autor: Ramesh Lalwani

En la madrugada del 3 de diciembre de 1984, se produjo la mayor fuga industrial tóxica que se recuerda. La empresa norteamericana de pesticidas Union Carbide, con una planta radicada en Bhopal, no pasaba por sus mejores momentos. La falta de beneficios había llevado a sus gestores a despedir a casi toda la plantilla y a disminuir las medidas de seguridad. Unas maniobras de limpieza con agua a presión provocaron la tragedia, al dañar uno de los tanques de refrigeración. Esa noche se arrojó al exterior 42 toneladas de isocianato de metilo. La nube llegó rápidamente a los suburbios de la ciudad, donde vivía en barracones la población más pobre. Al entrar en contacto con la atmósfera, el compuesto liberado se descompuso en varios gases altamente tóxicos. Estos gases letales recorrieron toda la ciudad, empujados por el viento. Miles de personas murieron asfixiadas de forma inmediata. Otras fallecieron en los días posteriores. En total, 25.000 muertos. Otras 600.000 personas se vieron afectadas, y continúan afectadas en la actualidad. El aumento alarmante del cáncer, las personas ciegas y los niños nacidos con malformaciones, son algo habitual en Bophal. Fallecieron también miles de cabezas de ganado. La contaminación se filtró al agua y por tanto a la cadena alimentaria. A día de hoy las víctimas (muchas de ellas con graves secuelas) siguen clamando por justicia. 



Los componentes tóxicos siguen presentes en el agua que beben y los alimentos que consumen. La empresa estadounidense abandonó precipitadamente las instalaciones, dejando toneladas de residuos tóxicos. Aunque se ordenó la detención de algunos directivos de la empresa, al final fueron liberados a cambio de ridículas fianzas. La empresa pagó una bajísima indemnización, que el gobierno indio dedicó a la construcción de infraestructuras. El dinero apenas llegó a los afectados. Ni el gobierno de EEUU ni el de la India han querido remover el asunto. Parece ser que hay intereses más importantes que este "incómodo asunto". La frágil alambrada de la instalación está llena de agujeros. Es normal ver personas de los alrededores (incluso niños) curioseando entre los residuos. La instalación es un fantasma industrial, un amasijo de hierros en las afueras de la ciudad. En algunas salas se guardan sacos con residuos tóxicos que nunca fueron retirados y que están al alcance de cualquiera. Se calcula que pueden quedar toneladas de residuos sin retirar, que siguen amenazando a los habitantes de Bhopal. Las mediciones de toxicidad en la zona son alarmantes, a pesar de que el gobierno indio intente ocultarlo. Su propio gobierno se ha vendido por unas migajas.







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