jueves, 17 de mayo de 2012

402.- El equipo de fútbol que plantó cara a Hitler

Selección de Austria en 1938


AUSTRIA DE VIENA
EL EQUIPO DE FÚTBOL QUE PLANTÓ CARA 
A HITLER


Los graves sucesos acaecidos en el Franz Horr Stadium durante el encuentro de Champion League del pasado 3 de diciembre, entre el Austria de Viena y el Athletic de Bilbao, han vuelto a poner en tela de juicio la grave relación entre deporte y fascismo. La imagen que ofreció el Austria de Viena no pudo ser más lamentable: bengalas, pancartas de exaltacion fascista, invasión del terreno de juego... Todo esto desencadenó la suspensión temporal del partido. Pero lo más curioso de este asunto, es que la historia del Austria de Viena es todo lo contrario a lo que pueda parecer con este comportamiento. Sus ultras denigran la historia legendaria de este equipo.
El Austria de Viena (Fussballklub Austria Wien) nació en 1911, cuando Viena era la capital del Imperio Austro-Húngaro. La mayor parte de sus accionistas y sus jugadores eran de origen judío. La comunidad judía era muy activa en la ciudad de Viena. Desde un principio el equipo fue conocido como los "morados", debido al color de su vestimenta. Durante los años 30 se proclamaron vencedores de la liga austriaca en numerosas ocasiones y llegaron a conseguir la Mitropa Cup en dos ocasiones (el antecedente de la UEFA, pero solo para Europa Central). El ascenso del nazismo en Alemania no era un buen augurio para el futuro del club. En 1938 Hitler se anexionó Austria (Anschluss), sin que las potencias occidentales hicieran nada por evitarlo. En los días siguientes se detuvieron 70.000 personas, preferentemente judíos y militantes de partidos de izquierdas. 



Matthias Sindelar con el uniforme de la selección autriaca.


Muchos directivos, socios y jugadores del equipo partieron al exilio. Otros fueron detenidos y ejecutados. Algunos miembros del equipo plantaron cara al nuevo régimen. Se negaron a cambiar el nombre del equipo, que debía eliminar la palabra Austria. El más famoso de los opositores fue la superestrella del momento, Matthias Sindelar, considerado el mejor jugador austriaco de todos los tiempos. Nacido en el seno de una familia judía pobre, aprendió a jugar en las calles de Viena. A pesar de su origen judío, los nazis no quisieron desaprovechar su talento. Le ofrecieron jugar en la selección alemana, pero lo rechazó. Además se negó a abandonar Austria, a pesar de las amenazas que se cernían sobre él. Su última humillación fue tener que jugar el partido amañado entre las selecciones de Austria y Alemania, llamado de la "unión". Sindelar se permitió el lujo de marcar un gol y celebrarlo, lo que irritó a los nazis. El 23 de enero de 1939 fue encontrado muerto en su apartamento en extrañas circunstancias. Había fallecido por inhalación de monóxido de carbono. El Austria de Viena fue disuelto. Volvió a refundarse y a competir después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.





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