jueves, 29 de diciembre de 2011

157.- Discurso de Franklin D. Roosevelt solicitando al Congreso la Declaración de Guerra al Japón


Discurso de Franklin D. Roosevelt solicitando 
al Congreso la Declaración de Guerra al Japón




En la tarde del 7 de diciembre de 1941, el presidente Roosevelt y su ayudante Harry Hopkins recibieron la llamada del Secretario de Guerra Henry Stimson comunicándole el ataque a Pearl Harbor. Después de reunirse con sus asesores militares el presidente redactó la solicitud al Congreso para la declaración de guerra al Japón.



Luego de corregir el borrador del comunicado, reemplazando algunas frases y palabras, como la famosa "a date which will live in infamy" en vez de la original "a date which will live in world history", el 8 de diciembre a las 12:30 pm, Roosevelt se dirigió al Congreso y a la nación, por radio, solicitando la declaración de guerra.

La respuesta del Congreso fue casi unánime, excepto por la abstención de la representante de Montana la pacifista Jeanette Rankin. A las 4 de la tarde Roosevelt firmó la declaración de guerra.

Sólo habían grabaciones del discurso del presidente, pero el documento original estuvo extraviado casi medio siglo porque Roosevelt no recordó que lo dejó en el Congreso en vez de devolverlo a su secretaria para ser archivado. En el Congreso, el documento original, sin copia, fue aceptado por el Secretario y archivado con los demás documentos de la sesión de ese día. En marzo de 1984, 43 años después, un archivista del Congreso descubrió el documento.




“Miembros del Senado, de la Casa de Representantes:

Ayer, 7 de Diciembre de 1941, una fecha que pervivirá en la infamia, los Estados Unidos de América fueron sorpresiva y deliberadamente atacados por fuerzas navales y aéreas del Japón.

Los Estados Unidos estaban en paz con esa nación y, a solicitud de Japón, estaba aún en conversaciones con su Gobierno y su Emperador, buscando el mantenimiento de la paz en el Pacífico. ¶ Efectivamente, una hora después que escuadrones aéreos japoneses comenzaran a bombardear Oahu, el Embajador Japonés ante los Estados Unidos y su colega, entregaron al Secretario de Estado una respuesta formal al reciente mensaje estadounidense. Mientras esta respuesta estipulaba que parecía inútil continuar las existentes negociaciones diplomáticas, no contenía amenazas o posibilidad de un golpe de guerra o de ataque armado.





Quedará registrado que la distancia de Hawai al Japón hace obvio que el ataque fue deliberadamente planeado muchos días o incluso semanas atrás. Durante la ocurrencia del ataque, el Gobierno Japonés deliberadamente tuvo la posibilidad de engañar a los Estados Unidos con falsos planteamientos y expresiones de esperanza para la continuación de la paz.
El ataque de ayer a las Islas Hawai ha causado serio daño a las fuerzas militares y navales estadounidenses. Se han perdido muchísimas vidas estadounidenses. Adicionalmente, se ha reportado buques estadounidenses torpedeados en alta mar, entre San Francisco y Honolulu.

Ayer, el Gobierno Japonés también lanzó un ataque contra Malaya.
Anoche, fuerzas japonesas atacaron Hong Kong.
Anoche, fuerzas japonesas atacaron Guam.
Anoche, fuerzas japonesas atacaron las Islas Filipinas.
Anoche, fuerzas japonesas atacaron las Islas Midway.

Por tanto, Japón ha iniciado una extensa y sorpresiva ofensiva extendiéndose a toda el área del Pacífico. Los hechos de ayer hablan por sí mismos. El pueblo de los Estados Unidos, ya se ha formado su opinión y comprende bien las implicaciones para la propia vida y seguridad de la nación.

Como Comandante en Jefe del Ejército y de la Marina he ordenado que sean tomadas todas las medidas para nuestra defensa.
Siempre recordaremos el carácter de la embestida contra nosotros. No importa cuánto nos pueda tomar el superar esta premeditada invasión, el pueblo estadounidense en su virtuoso poder, vencerá y logrará la absoluta victoria.
Creo interpretar el deseo del Congreso y del pueblo, cuando aseguro que no sólo nos defenderemos hasta lo imposible, sino que nos aseguraremos que esta forma de traición nunca más nos amenace nuevamente.
Las hostilidades existen. No hay parpadeo al hecho que nuestro pueblo, nuestro territorio y nuestros intereses están en grave peligro. Con confianza en nuestras fuerzas armadas - con la irrestricta determinación de nuestro pueblo - nosotras lograremos el inevitable triunfo por Dios ayúdanos.

Le pido al Congreso declarar, que debido al cobarde ataque no provocado efectuado por Japón el Domingo 7 de Diciembre, existe un estado de guerra entre los Estados Unidos y el Imperio de Japón.

Franklin D. Roosevelt

La Casa Blanca, 8 de Diciembre de 1941. ”

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